No hubo sorpresa. El mayor candidato para el Balón de Oro de este año era Cristiano Ronaldo y el portugués se impuso ampliamente en las votaciones. El año de CR7 hace difícil cualquier cuestionamiento: la Champions ganada con el Real Madrid y la inesperada Eurocopa con su selección lo pusieron a tope. Ni hablar de sus siempre bestiales registros individuales.

La ecuanimidad del veredicto contrasto con otras ediciones del codiciado galardón. A veces la balanza que mide logros colectivos con nivel individual deja muchas dudas. Acá te presentamos los ganadores del Balón de Oro más discutidos de la historia.

La Naranja Mecánica, al ritmo trepidante del fútbol total y bajo la batuta de Johan Cruyff, maravilló a todo el mundo en la Copa del Mundo de Alemania, pero en la final sucumbió ante el cuadro local. Por lo mismo, se daba por hecho que el premio al mejor del mundo fuera para Franz Beckenbauer, el caudillo teutón. Sin embargo, en la elección Cruyff se impuso por once votos al favorito. La magia del “Holandés Volador” se impuso a los galones del “Kaiser”.

De los cinco balones de oro que ha ganado, el que más se la discutido a Lionel Messi es el de 2010, un año agridulce para el argentino. La liga obtenida pareció poco ante la caída en semifinales de Champions a manos del Inter de Milán y la eliminación en cuartos de final en el Mundial de Sudáfrica. Se esperaba que el premio fuera para el holandés Wesley Sneijder, campeón de todo con el equipo interista y finalista en el Mundial; también asomaban Xavi e Iniesta, compañeros de la “Pulga” en el cuadro blaugrana, que venían de alzar la Copa del Mundo con España. Ni el propio Messi se creía su coronación: “No pensaba ganarlo esta noche”.

El desconocido húngaro Florian Albert se impuso en 1967. ¿Sus méritos? Haber ganado la liga de su país, en la que anotó 28 goles. Los críticos cuestionaron la calidad del fútbol de Hungría y afirmaron que el Balón de Oro debió haber sido para Bobby Charlton, la estrella del Manchester United que en esa época tenía encandilaba a toda Europa.

El alemán Mathias Sammer superó por un punto a Ronaldo en la votación de 1997. La decisión no gustó en los amantes del balompié. La Champions League lograda por el mediocampista todoterreno con el Borussia Dortmund podría haber sido argumento suficiente en cualquier otra edición, pero ese año el mundo estaba hipnotizado con los regates y goles del brasileño, que tendría revancha cinco años más tarde.

En 2003 Thierry Henry era el jugador de moda, para muchos el mejor futbolista del planeta. El fino delantero francés era la estrella de un Arsenal demoledor que arrasaba en la Premier League. Sin embargo, y para asombro de muchos, el premio fue para Pavel Nedved, el checo dueño de la banda derecha de la Juventus, con la que consiguió el Scudetto y la final de Champions que perdió frente al AC Milán.

Michael Owen se llenó de títulos con el Liverpool en 2001: la UEFA, Copa de la Liga, FA Cup y SuperCopa de Europa. El colofón a su gran temporada fue el Balón de Oro, aunque en España no gustó la decisión. En la península ibérica reclamaban el premio para Raúl, su emblema. El delantero del Real Madrid venía de ser campeón de la Liga y de ganar dos Champions en tres años, títulos que, decían en la península ibérica, eran de mayor peso que los del británico.

En la edición de 2004 se coronó Andriy Shevchenko. El ucraniano tenía como único título la Seria A con el Milán, campaña en la que solo anotó 14 goles, un registro pobre considerando su historial. El portugués Deco, en tanto, ganó la liga portuguesa, la Super Copa, la Champions League y la Intercontinental con el Oporto. También fue subcampeón con Portugal en la Eurocopa. Los números no mienten.

El italiano Cannavaro jugó el Mundial de Alemania 2006 a un nivel altísimo. Ni antes ni después llegó a jugar tan bien como aquel verano europeo en que se consagró campeón del mundo con la “Azzurra”. Se convirtió en el primer defensor en ganar el Balón de Oro. Su nombramiento, en todo caso, sembró muchas dudas y quejas. La prensa especializada de Europa creía que el premio debió haber sido para su compañero de equipo, y quien también tuvo un Mundial excepcional, Gianluiggi Buffon. Otros incluso vieron ganador a Thierry Henry, goleador de la Premier y subcampeón del mundo con Francia.

Era 1986, Diego Maradona estaba en el apogeo de su carrera tras comandar a Argentina a la obtención de la Copa del Mundo. Pero en esos años el Balón de Oro era exclusivo para jugadores europeos. Descartado el 10, los dos grandes candidatos eran Gary Lineker y Emilio Butrageño. El inglés fue goleador del Mundial y de la liga de su país, en la que quedó segundo con el Everton. El español, por su parte, ganó la Liga y la Copa Uefa con el Real Madrid. Pero no, el campanazo lo dio el poco recordado ucraniano Igor Belanov. La Recopa Europea con el Dinamo de Kiev y un hat-trick en el Mundial (con la URSS) fueron sus mayores respaldos.

Cristiano Ronaldo ganó la edición de 2013, año en que no ganó títulos. El gran canditato era el extremo galo Frank Ribery, multicampeón con el Bayern München. “Yo lo gané todo con el equipo e individualmente, Cristiano Ronaldo no ganó nada en 2013. No estoy triste, pero es algo que duele en el corazón”, dijo apesadumbrado el crack francés.