La decisión adoptada por la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) de confirmar al Chapecoense como ganador de la edición 2016 de la Copa Sudamericana, generó amplio respaldo en el continente.

Es que existe consenso en que este gesto puede significar un aliciente para que el cuadro brasileño inicie su reconstrucción, luego de la tragedia aérea que vivió en Colombia y donde perdió la vida gran parte de la delegación que viajaba a disputar la final del torneo ante Atlético Nacional, incluidos jugadores, cuerpo técnico, asistentes y dirigentes.

Pero la medida de la Conmebol no sólo implica que el equipo de Chapecó ostente su primer título internacional de su historia, ya que a partir de ese reconocimiento se han abierto otras opciones de torneos a disputar en 2017.

Por ejemplo, la escuadra brasileña podrá ser parte de la próxima edición de Copa Libertadores, gracias al cupo dispuesto para el ganador de la Sudamericana. Pero además disputará la Recopa en una significativo duelo precisamente ante Atlético Nacional, quien sería rival en la definición de la semana pasada.

Por último, Chapecoense deberá medirse ante Urawa Red Diamonds, actual campeón de la J-League de Japón, para definir al ganador de la Copa Suruga Bank.

De todas maneras, resta por conocer si finalmente Chapecoense disputará todos estos torneos, lo que dependerá de su capacidad para disponer nuevamente de las condiciones para ser parte de estos desafíos.