Este sábado se disputó el clásico español entre Barcelona y Real Madrid, un duelo de repercusión planetaria, capaz de catapultar a la fama a un jugador o condenarlo al más hondo fracaso.

Un gol es la gloria, bien lo saben Iván Zamorano y Alexis Sánchez, los dos arietes chilenos que inflaron redes en el derbi.

En su primera temporada como merengue, la 1992/1993, Zamorano se dio el gusto de anotarle al eterno rival. Y vaya qué golazo.

El chileno recibió en la izquierda del área grande y sacó un furibundo zapatazo cruzado que se metió en el ángulo de la portería del FC Barcelona. Años después el Real Madrid lo escogió como uno de los mejores goles anotados en duelos ante los de Cataluña.

Tras un par de años intermitentes “Bam Bam” rompió con todos los moldes en el curso 94/95. A punta de goles y sacrificio, se había ganado su lugar en el equipo merengue luego de que el técnico argentino Jorge Valdano lo liquidara: “Es el quinto delantero”.

Su dulce momento, sin embargo, tenía un pero. En la primera rueda su escuadra había vapuleada con un rotundo 5-0 en el Camp Nou por el Barcelona de Johan Cruyff. En la revancha, el formado en Cobresal desataría su bestial poder goleador.

El primer tiempo exhibió a un Zamorano a todo vapor. Su show personal empezó recién a los cinco minutos, cuando cazó un rebote en el área con un zurdazo alto y cruzado que dejó sin opción a Carlos Busquets, el arquero blaugrana y padre de Sergio, actual mediocampista del equipo comandado en cancha por Lionel Messi.

Quince minutos más tarde, el ex capitán de la “Roja” volvió a inscribir su nombre en el tanteador. Un mal despeje de Busquets encontró a José Emilio Amavisca, quien con un pase exquisito dejó al nacional en una zona donde no solía fallar. A los 40’ Zamorano cerraría su faena goleadora con una diana a boca de jarro tras pase del danés Michael Laudrup.

Los 150 mil espectadores que ese día repletaron el reducto madridista aplaudían extasiados al chileno. Sin embargo, Zamorano no había saciado su hambre y seguiría atormentando a la zaga visitante. Una aventura por derecha de Martín Vásquez terminó con un centro que el nacional mandó al vertical izquierdo. Atento para capturar el rebote estaba Luis Enrique, actual técnico del FC Barcelona, para estirar aún más las cifras. La goleada se cerró con otra jugada que tuvo al nueve como protagonista, escapándose por la banda para dejar a Amavisca solo frente a la portería. Los blancos habían devuelto la “manita”.

Ese año el Madrid ganó la Liga y Zamorano conquistó el “Pichichi”, premios individuales y colectivos que lo pusieron en carrera por el Balón de Oro. Fue el pináculo de su carrera.

Los tres goles de Alexis

Tuvieron que pasar 18 años para que un chileno volviera a anotar en el clásico de España. El honor le correspondió a Alexis Sánchez, el primer jugador nacido en estas tierras fichado por el Barça. El “Niño Maravilla” le anotó a los merengues por primera vez en diciembre de 2011, a solo meses de su llegada a Cataluña.

Los blaugranas caían por 1-0 merced a un grosero error en la salida de Víctor Valdés que Benzema supo capitalizar. Llegando a la media hora de partido, Messi se abrió camino entre los volantes blancos y vio a Sánchez picando en diagonal, filtró el pase y el tocopillano definió con un potente remate cruzado a ras de suelo. Esa tarde la victoria fue para los suyos por 1-3.

El jugador formado en Cobreloa además marcó el empate 1 a 1 en el derbi jugado el 21 de abril del 2012. Eso sí, ese día el club ‘blaugrana’ terminó perdiendo por 1-2 en el Camp Nou.

El tanto de Alexis llegó tras una serie de rebotes en el área del conjunto ‘merengue’.

La siguiente conquista llegaría en 2013. El Barcelona aguantaba los embates de un Madrid que buscaba el empate tras el gol de Neymar. Agazapados en su territorio, los anfitriones solo apostaban al contragolpe. Y lo encontrarían a los ’77. Neymar metió un balón largo en busca de Sánchez, que picó mano a mano con Varane. El chileno ganó la posición, amagó y levantó la cabeza. El arquero Iker Casillas estaba adelantando y el ‘Niño Maravilla’ lo sorprendió a él y al mundo con una espectacular “vaselina”.

Una exquisitez, una auténtica joya que ayer fue escogida por el sitio oficial del club como el mejor gol en el Camp Nou de los clásicos.