El secretario general de la Federación Boliviana de Fútbol, Wálter Torrico, fue aprehendido en un caso de uso de título falsificado de abogado y legitimación de ganancias ilícitas de fondos deportivos, informaron este jueves fuentes judiciales.

Una comisión de fiscales que investigó el asunto “ha decidido emitir una orden de aprehensión (..), la cual ha sido ya ejecutada”, dijo el fiscal Edwin Blanco.

Torrico fue denunciado por “falsedad material e ideológica y uso de instrumento falsificado” por la universidad estatal San Andrés de La Paz (UMSA), una de las de mayor prestigio del país.

Además, “hay la ampliación de la investigación por otro delito más, de legitimación de ganancias ilícitas”, señaló Blanco, que anunció que “vamos a investigar qué circunstancias más hay detrás de esto”.

Según Blanco “hay indicios, hay elementos” de corrupción del alto directivo de la FBF.

Torrico, presidente a la vez de la Asociación de Fútbol de La Paz (AFLP, amateur), fue acusado en enero de corrupción. “Todos los recursos que nos facilitó la FBF para beneficio de la institución han sido ingresados”, señaló entonces.

El dirigente fue mencionado también en el manejo supuestamente irregular de unos 3 millones de dólares entregados hace algún tiempo por la FIFA al fútbol boliviano.

Torrico también formó parte del directorio del expresidente de la FBF y extesorero de la Conmebol, Carlos Chávez, acusado por la Fiscalía por delitos en el ejercicio del cargo, en un caso que provocó una de las mayores crisis del fútbol en el país.

Chávez fue detenido en julio de 2015, tras denuncias por delitos de corrupción, en el marco del escándalo de la FIFA que investiga la justicia estadounidense, al presuntamente recibir un soborno de 7,5 millones de dólares. Todo ello como parte de una megainvestigación que remeció el fútbol mundial.

La Fiscalía boliviana también investigó a los exdirigentes por el destino dado a la recaudación de un partido amistoso disputado entre las selecciones de Bolivia y Brasil, en abril de 2013.

Ese partido debió beneficiar, aparentemente, a los familiares de un muchacho que murió por una bengala en un partido oficial en febrero de 2013, por la Copa Libertadores, entre el boliviano San José y el brasileño Corinthians.