Considerado hoy en día uno de los mejores futbolistas del mundo, Cristiano Ronaldo tuvo en sus inicios un comienzo humilde. Viajaba en transporte público, vivía en una pensión y mucho menos poseía lujos, aunque algo siempre fue igual, su ambición por ser el mejor.

Cuando el luso estaba en Sporting, la cadena Sport TV -que buscaba registrar a los principales talentos de la competencia de Portugal- fue ‘dateada’ por la escuadra de Lisboa para que le siguieran los pasos.

El periodista de dicho medio Jaime Cravo, fue el encargo del proyecto audiovisual, el cual seguía a un menudo muchacho de 16 años que en aquél entonces tenía como referente a Ricardo Quaresma, aunque él sabía que sería el siguiente en dar el salto.

Ganaba entre 1.000 y 1.500 euros al mes y todo su sueldo se lo daba a su madre, le contaba el pequeño Ronaldo al periodista. “Cuando necesito le llamo y ella me deposita algo en mi cuenta“, recuerda Cravo a quien le llamó de inmediato la atención su personalidad.

“Era tan atrevido que en mitad del reportaje ya me preguntaba por cosas de nuestra profesión, que si conocíamos a jugadores importantes y que si estos ganaban bien“, puntualizó el comunicador.

Y si bien hoy Cr7 acostumbra a usar lujosos vehículos deportivos, a los 16 estaba muy lejos de poder adquirir un automóvil, por lo que el metro era la solución para el futbolista.

Iba y venía a los entrenamientos en metro, el transporte que más utilizaba“, recoge diario Marca de España, remarcando que por algún motivo no le gustaba pasar mucho en su pensión.

“Paseaba por los centros comerciales de Lisboa y por la noche estaba solo en el hostal Dom José donde residía, aunque no le gustaba pasar mucho tiempo allí”, expone el texto.

La pensión de Cristiano en Lisboa

el lugar donde vivía Ronaldo antes de saltar al estrellato
Marca | Sitio Oficial

En dicho lugar compartía habitación con otro joven de la cantera, Miguel Paixao, que hoy juega en la Segunda División de su país. Un día viendo juntos un partido del Real Madrid, Ronaldo le aseguró a su compañero que “algún día jugaré ahí“, generando la risa de Paixao, quien le dijo que se dejara de tonteras.

Estoy hablando en serio, un día voy a a vestir esa camiseta“, volvió a insistir el actual capitán de la selección de Portugal, quien también decía por esos años al periodista de Sport TV que él sería el mejor del mundo.

“En la calle del hostal, se medía con los autos que estaban parados en el semáforo. Corría para ver quién era más rápido“, explicó su ex compañero de habitación, quien de a poco se convencía de las palabras que solía decir Cristiano.