Más de un mes ha pasado desde que José Aguilera vivió una de sus noches más traumáticas. El futbolista que juega en San Marcos de Arica y que pertenece a los registros de Colo Colo, llegó a temer por el futuro de su carrera profesional.

Todo ocurrió el cinco de enero en Ritoque. Tras el término de una fiesta, se produjo una pelea que derivó en balacera. Una de ellas atravesó su muslo izquierdo; su pierna más hábil corría peligro.

Desde el primer momento, el delantero que en ese entonces jugaba en Deportes Puerto Montt recibió el apoyo del Cacique, fue operado y ahora se enfoca en subir a Primera División.

En conversación con La Tercera, Aguilera recordó aquella violenta jornada, donde tres personas más resultaron con heridas:”Fue un momento trágico. El rebote de una bala. Se pusieron a pelear en la disco y me llegó el rebote de una bala. Estuve mal por estar en el
momento y lugar no indicado”.

En la misma línea, relató que “camino al hospital me miraba la pierna y pensaba que no iba a poder seguir jugando. Cuando llegué y me vio la doctora, me calmé un poco.

“De todos los afectados por la balacera, yo era el de la herida menos compleja. Los otros tenían la bala adentro; yo solo un hoyo. La saqué barata”, resaltó.

Sobre el proceso de recuperación, Aguilera detalló que “tuve en cama una semana y media. Me operaron en Meds, me pusieron puntos y acero quirúrgico. Luego de eso estuve en terapia dos días en Colo Colo, y el fin de semana siguiente tuve que viajar a Arica”.

Finalmente, destacó que “solo me quedó un poco de dolor en la pierna. Hablé con los kinesiólogos y dicen que con el tiempo se irá pasando”.