Felipe Flores no está tranquilo. El delantero de Deportes Antofagasta está a días de perder su casa en Chicureo, luego de perder una demanda presentada por Aníbal Mosa, a nombre de Colo Colo, y realizó sus descargos.

La acción judicial fue resuelta luego de dos años presentada y favoreció al ‘cacique’, que acusa al delantero de no cumplir con cancelar un pagaré de 100 mil dólares (62 millones de pesos) que el jugador firmó al partir al Tijuana de México, en 2015.

Para mala suerte del jugador, en México nunca le pagaron el precio de su pase y la deuda con los albos se mantuvo hasta la resolución del Cuarto Juzgado Civil de Santiago, que falló en favor de Blanco y Negro.

Por lo anterior, la vivienda que tiene Flores en Chicureo, único bien que posee el exdelantero de los albos, pasará a remate el próximo 18 de junio en un valor mínimo de 117 millones de pesos, casi el doble de la deuda del atacante con el ‘popular’.

“En esa casa quiero vivir cuando me retire del fútbol, es mi vida, por eso la defiendo. La mayor parte de mi ahorro y vida futbolística están en esa casa, hay una inversión grande porque le construí quincho, terraza, logia, piscina, por eso me da lata que Colo Colo la quiera rematar”, afirmó Flores a LUN.

“Me juntaré con Aníbal apenas me diga para pedirle que detenga el remate, que me dé plazo hasta octubre o noviembre, que me rebajen algo y que le pago en dos cuotas. Entiendo que defienda los intereses del club, pero ojalá me entienda a mi también. No tengo los 100 mil dólares para hacerle un cheque mañana. Pero estoy dispuesto a pagar, no me estoy escapando”, añadió el atacante de los ‘pumas’.

Consultado por qué le han ofrecido desde la tienda alba, Flores comentó que “yo hice una propuesta pensando en el sueldo que tengo en Antofagasta, de cuatro millones. Ellos el año pasado me pedían pagar en cuotas de cinco millones mensuales, es más de lo que gano, no pude aceptar”.

¿Pero cómo llegó al punto de tener esa deuda? El atacante argumentó que “me fui a Tijuana con un buen contrato, 30 mil dólares, unos 20 millones mas o menos, y con la promesa firmada de la compra del pase en un millón de dólares, con el que yo pagaría la deuda a Colo Colo. Pero a los seis meses no pasaba nada, me decían que no tenían plata. Les dije que así no podía seguir. Me fui a juicio a la FIFA por no cumplimiento de contrato. Estuve siete meses en juicio sin jugar ni cobrar sueldo”.

“La verdad es que nunca tomé el peso al pagaré, y ese fue un error, porque sabía que del millón iba a sacar los 100 mil dolares”, añadió el ariete.

Además, Flores contó que “cuando me llega la otra oferta, tenía dos caminos: seguir el juicio por dos años con el Tijuana y quedarme sin jugar o desistir y jugar. Finiquité con Tijuana y me pagaron tres meses adeudados, pero quedé libre”.

“A Veracruz me fui con un contrato de seis meses y me pasó lo mismo. Nos salvamos del descenso y no me quisieron pagar los premios. Me fui a juicio nuevamente, que fue más corto y me pagaron dos sueldos. Ahí me vine a Chile y me quedé sin jugar de junio a diciembre del 2017 y en enero de 2018 fiché por Antofagasta. Sacando la cuenta, estuve casi dos años sin sueldo”.

Finalmente, el exdelantero de Colo Colo sostuvo que “pasé la cesantía en mi casa de Chicureo, donde seguía pagando las mismas contribuciones, dividendo. Puros gastos y nada de ingresos. Eché mano a ahorros, pero se fueron acabando”.

De momento, no hay certezas en qué decisión tomará la concesionaria de Blanco y Negro sobre el tema. El 18 de junio y se acerca y el delantero que tantas alegrías le dio a los albos está a punto de perder su única propiedad.