Fue la gran sorpresa de la pretemporada tanto para Mario Salas como para los hinchas ‘albos’. Pese a que no ha sumado los minutos esperados en el torneo local, José Aguilera se esfuerza día a día por un lugar en el primer equipo de Colo Colo.

Y no le cuesta, ya que el esfuerzo ha sido parte de su vida desde bien pequeño. “Llegué a los 12 años a entrenar a Colo Colo desde Combarbalá. Primero me quedaba en Colina, hasta los 13 años, cuando entré a la Casa Alba hasta los 17. Fue difícil, porque viniendo desde Colina eran casi dos horas de viaje y siempre andaba solo. Era peligroso”, recuerda el delantero.

En ese entonces, Aguilera llegó a jugar de volante, en la sub 14 lo movieron al lateral izquierdo y en la sub 16 finalmente lo probaron de delantero.

Desde los tres cuartos de cancha hacia adelante es donde se siente más cómodo. Al menos ahí juegan los ídolo de pequeño del ahora extremo de 19 años.

“Tenía varios ídolos: me gustaban Ronaldinho, Kaká, Riquelme o Beckham. En el fútbol nacional obviamente el “Mago” (Valdivia), Paredes o Pajarito (Valdés) que además de ser buenos jugadores son grandes personas”, cuenta Aguilera.

El combarbalino lleva un tiempo en el primer equipo. De hecho, formaba parte del plantel campeón con Pablo Guede, pero para él “no vale” porque no pudo sumar minutos. Pero no baja los brazos y espera por una oportunidad en el equipo de Mario Salas.

“Mi principal objetivo es jugar el máximo de partidos posible, hacer goles y lo más importante ser campeón. Las posibilidades de jugar siempre están. Depende de uno, el profe (Mario Salas) nos da la confianza”, expresa el delantero, que es autocrítico y reconoce que debe aumentar su masa muscular para ser una verdadera opción para el “Comandante”.

Respecto a Mario Salas, Aguilera se ha encantado con la forma de trabajar del extécnico de Universidad Católica. “Es súper buen técnico lo ha demostrado en cada equipo que ha estado. Trabaja muy bien, analiza bien al rival. Yo creo que podría tener la posibilidad de ser el técnico de la selección”, cierra José Aguilera.