A pocos días de que Colo Colo dispute su partido ‘más importante del año’ (frente a Palmeiras en Copa Libertadores el próximo jueves), el ambiente placentero en Macul se vio empañado esta jornada.

Esto luego que se confirmara la existencia de una demanda contra la institución… y procedente del propio interior de Pedrero. Se trata de Daniel Antonio Fuentes Soto, de 42 años, canchero del Estadio Monumental desde hace varios años.

Según detalla La Tercera, Fuentes interpuso una millonaria demanda laboral contra Blanco y Negro el 27 de julio pasado, en el 2° Juzgado de Letras del Trabajo de Santiago, donde exige una indemnización de $100 millones pesos por las lesiones que sufre en sus brazos.

En la demanda el empleado, que se mantiene con licencia médica desde 2017, relata que comenzó a desempeñar el cargo de auxiliar de mantención de canchas y áreas verdes el 1 de julio de 2005; y luego como encargado de canchas y prados, a partir del 1 de octubre de 2013. Sin embargo, pese a su cercanía con la institución, el funcionario reclama sobreexplotación e incumplimiento de la ley por parte de Blanco y Negro, administradora del ‘Cacique’.

“Mis funciones consistían en estar a cargo de la mantención de todas las áreas verdes del estadio Monumental, me refiero específicamente a la cancha principal, canchas laterales, jardines, árboles, plantas y también debía velar por el mantenimiento del exterior del recinto, esto es la calle y perímetro del estadio, debo mencionar que el estadio Monumental tiene como superficie de pasto 70.000 metros cuadrados”, dijo Fuentes al medio antes mencionado.

Luego, el canchero detalló que dentro de sus funciones estaba el “champeo”, donde debía retirar el trozo de pasto dañado y luego instalar un pedazo de pasto nuevo. Tarea que hacía solo y a mano. “Generalmente se sacaban en promedio 200 palmetas diarias, todo lo anterior lo hacía a mano con una pala, picando cuidadosamente la tierra (…) Dicha labor era muy desgastante, sobre todo porque me tocaba realizarla solo y sin ayuda…“, relata.

Acto seguido, Fuentes reconoció que Blanco y Negro compró una máquina para ayudarlo en sus labores, pero que ni así pudo detener el dolor en sus brazos. “Provocaba mucha vibración (…) lastimando inexorablemente mis brazos y hombros”, dice.

El tema es que Fuentes además estaba a cargo del aseo del recinto, de podar los árboles, de cubrir y retirar de la cancha principal una lona muy pesada en los meses de frío, de regar las canchas con una manguera de 10 kilos. Junto a ello, tras la llegada de Sergio Salinas en 2015 como su supervisor, asegura que lo mandaban sólo a él “a botar todo el pasto de todas las canchas a un contenedor”.

En cuanto a sus molestias físicas, el afectado puntualizó que comenzaron en 2015, pero que no le prestó mayor atención en el inicio. “Llegó un punto en que los dolores y las sensaciones fueron aumentando hasta que ya no podía ni levantar una taza de café”, contó el funcionario de Macul.

De hecho, una resolución de la Asociación Chilena de Seguridad, de 15 de noviembre de 2017, califica su patología como de origen laboral.

“Yo llegué el 2002, en la quiebra, antes de la SA, y éramos como una familia. Ahora no hay preocupación”, concluyó Fuentes.

Una demanda “exagerada e irreal”

La respuesta por parte de Blanco y Negro no tardó en llegar. Desde la concesionaria negaron todas las acusaciones. “Mi representada jamás hizo laborar al sr. Fuentes, en ningún momento a lo largo de su relación laboral con Blanco y Negro, de la forma completamente exagerada e irreal que pretende”, comentaron a La Tercera.

No fue todo. Además desde la concesionaria expresaron que “no nos queda más que afirmar que la suma demandada no es más que el fiel reflejo de la pretensión de la contraparte, en cuanto a ‘mercantilizar’ el daño moral supuestamente soportado por su persona”.