El portugués Bruno Fernandes sacó al Manchester United de su bache de resultados con dos goles y una asistencia, en la cómoda victoria en casa del Wolverhampton, el colista de la Premier League, por 1-4.
El triunfo permitió a los de Rubén Amorim sumar tres puntos importantes y escalar desde la duodécima hasta la sexta posición (que ocupan ahora con 25 puntos), y hundió más a un conjunto local con solo dos puntos, ocho goles a favor y pie y medio en la segunda división inglesa.
Fernandes fue el faro de un United al que le costó abrir el marcador por culpa de las paradas del meta local. Sam Johnstone mantuvo con vida al equipo que dirige desde hace menos de un mes Robert Edwards, quien tiene por delante un arduo trabajo si no quiere romper todos los récords negativos de la Premier League.
Johnston, meta de los Wolves, salvó dos ocasiones claras para los suyos en apenas dos minutos. Sin embargo, y a pesar de las buenas paradas ante Dalot y Mbeumo, a los 25 minutos de partido no pudo evitar el primer gol.
En una jugada repleta de errores, resbalones e imprecisiones aprovechó Bruno Fernandes para poner el 0-1 y dejar en evidencia a los Wolves, frágiles en la salida de balón y en el repliegue, además de en su área.
Cuando el United ya pensaba en irse a los vestuarios, Jean-Ricner Bellegarde dio la sorpresa tras rematar a gol desde el corazón del área, en una jugada gris de los ‘diablos rojos’ en defensa.
El empate de los Wolves no fue más que un espejismo de un equipo que se cae a trozos en la liga, ya que fue volver al terreno de juego y volver a cometer errores que no pueden ocurrir ante un arsenal como el del United.
Los de Amorim trazaron un contragolpe efectivo ante la defensa adelantada rival y Mbeumo acabó empujando el balón a la red tras el’ pase de la muerte’ de Diodo Dalot.
A partir del 1-2, el United creció en torno a Bruno y sus compañeros lo notaron. El propio portugués le ‘regaló’ a Mount el tercer tanto con un pase preciso y al pie que el inglés aprovechó marcando al primer toque.
Una actuación estelar del centrocampista de 31 años que se ratificó con otro gol, en esta ocasión desde el lugar en el que es especialista: el punto de penal.
El resultado se quedó corto para alivio de los aficionados presentes en el Molineux Stadium, que vieron como los ‘Diablos Rojos’ tiraron hasta en 27 ocasiones por las escasas seis de sus jugadores.