Fernando Villar | EFE

Sin Sánchez y con Suazo titular: Sevilla fue goleado en visita al Atlético de Madrid por La Liga

Por Javier Zamorano
Con información de Agencia EFE.

01 noviembre 2025 | 14:41

El Sevilla, sin Alexis Sánchez (lesionado) y con Gabriel Suazo todo el partido, fue goleado en su visita al Atlético de Madrid (3-0) por La Liga española.

Fue la tercera victoria seguida en el campeonato del Atlético, las tres con su portería a cero; la tercera derrota consecutiva del Sevilla, que no ha vuelto a puntuar desde que arrolló al Barcelona por La Liga; y la diferencia patente entre los dos equipos y sus dos metas distintas.

La presión del Sevilla condicionó el plan de Simeone, rectificado a tiempo. Tal idea, tan remarcada por el entrenador en la víspera y la preparación, hizo predecible inicialmente al equipo.

Cada pelotazo de Giménez o Hancko desde el centro de la defensa hacia los 195 centímetros del noruego Sorloth, tan centrados, fáciles de defender para cualquier central de este nivel, representó una dinámica desatinada hasta la media hora, por más que fuera superior sobre el terreno.

Cierto que a costa de las limitadas intervenciones de Julián Alvarez, su mejor futbolista ofensivo, casi inadvertido durante todo el primer acto. Tan cierto como que todo lo tuvo bajo control en su defensa: el Sevilla apenas se acercó a Oblak más allá de su monopolio inicial del balón.

El Atlético dispuso de muchas más ocasiones en ese recorrido. En cuanto se salió de una línea tan marcada, a la que dio más variedad desde Baena y su infinita visión. Las tres primeras oportunidades surgieron de él. Es el salto del equipo para esta temporada.

Suyo fue el golpeo a balón parado rematado por Giménez, en el minuto 8; también el pase a Sorloth, al que Vlachodimos negó el 1-0 a la media hora, o el centro que originó el remate al poste de Nico González ya en el minuto 37, después de la amortiguación con el pecho del ariete noruego.

Ya era otro Atlético, más rico y elástico desde mucho tiempo antes, tal y como siguió después, en el uno contra uno que le proponía el Sevilla y Almeyda en cada sector de la partida táctica. Baena, por ejemplo, lo sufrió con Sow, que lo atosigó en cada control.

No llegó Julián a un centro para empujarla de Sorloth, insistente, como todo su equipo, que aumentó la ofensiva. El Sevilla se preparó para la resistencia, ya por los ocho córneres en contra a la hora de juego, al filo de la derrota, consumada desde un barullo y un penal manifiesto y temerario de Nianzou a Giménez revelado por el VAR. El monitor lo evidenció, el árbitro lo señaló y Julián Alvarez lo transformó. Era el minuto 64.

Y una victoria merecida, que empezó mucho antes, pero que aún admitió dudas. Por el cambio de comportamiento del Sevilla, pero también del Atlético, dentro de esa dinámica que aflora con una mínima ventaja, en partidos así, en los que de repente, tras un gol, hay una tendencia, esta vez esporádica: el equipo rojiblanco cede terreno, su rival crece en ataque y aparece Oblak, que también contribuyó al triunfo, cuando se estiró para frustrar a Gudelj.

Justo antes del 2-0. Se lo inventó Giuliano, rápido en la recuperación, vertiginoso en la carrera y certero en el pase atrás que culminó Thiago Almada. Como el 1-0 a Osasuna de apenas dos semanas en el mismo Metropolitano también por La Liga. Es una fortaleza. Ya al borde del minuto 90, Griezmann anotó el 3-0.