En una jornada de Champions League cargada de emociones y goles, el Newcastle se robó todas las miradas en el Reino Unido al despachar con autoridad al Benfica por 3-0 y meterse de lleno en la pelea por un boleto directo a los octavos de final.
Mientras el Arsenal, el PSG y el Barcelona firmaban sendas goleadas en sus respectivos grupos, ‘Las Urracas’ respondieron con una actuación memorable en St James’ Park.
El momento más impactante de la brega llegó con el segundo gol. Nick Pope, figura bajo los tres palos, protagonizó una jugada pocas veces vista en la elite del fútbol europeo.
Tras interceptar un centro del Benfica, lanzó un saque de manos descomunal desde su propio arco -de aproximadamente 60 metros- que encontró a Harvey Barnes en velocidad. El extremo no perdonó y definió con clase para ampliar la ventaja y dejar al estadio en éxtasis.
Barnes, además, repitió más tarde y selló su doblete para un 3-0 inapelable. La jugada de Pope y la contundencia del equipo marcan un momento de ensueño para un Newcastle que no solo gana, sino que enamora.