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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

En un emotivo partido entre Tigre y Newell\'s Old Boys, el hijo de Miguel Russo, Ignacio Russo, se destacó al marcar un gol dedicado a su padre fallecido, uno de los entrenadores más importantes de Rosario Central. Antes del encuentro, Ignacio rompió en llanto en el minuto de silencio por su papá, mostrando un tatuaje con la frase "Todo se cura con amor", dicha por Miguel al anunciar su enfermedad.

Un momento emotivo e histórico protagonizó este viernes Ignacio Russo, futbolista e hijo del recién fallecido entrenador Miguel Russo.

Y es que pese a la fuerte pérdida familiar, ‘Nacho’ decidió presentarse hoy junto a su club, Tigre, en la visita a Newell’s Old Boys, por el duelo de la liga trasandina.

Se trataba de un partido especial para el Russo jugador, teniendo en cuenta que su padre es considerado uno de los estrategas más importantes de todos los tiempos en Rosario Central, precisamente archirrival de Newell’s.

Con toda esa carga emotiva, antes del pitazo inicial, Russo se largó a llorar en la mitad del campo cuando las dos oncenas se alistaron para el minuto de silencio por su papá.

Por si fuera poco, en el momento que el reloj marcaba el minuto 22, Ignacio apareció de nada a cerrar un centro y anotó. Sí como si hubiese estado premeditado, ‘Nacho’ llegó y le hizo un gol a Newell’s.

El festejo, cómo no, fue con dedicatoria a su padre. Más lágrimas, mirada al cielo y un tatuaje mostrado para la TV: “Todo se cura con amor”, la frase que dijo Miguel el día que anunció públicamente su enfermedad.