El inspirado delantero charrúa fue el héroe del conjunto 'red', que sufrió con la expulsión del neerlandés Virgil Van Dijk.

Tras jugar 50 minutos con un hombre menos por la expulsión de Virgil Van Dijk, salvarse de una goleada y pese a no haber disparado a puerta en todo el primer tiempo, dos goles del uruguayo Darwin Núñez en los últimos minutos dieron al Liverpool una victoria milagrosa ante el Newcastle United (1-2).

Y es que fue casi un milagro divino que los ‘reds’ no salieran sonrojados de St. James Park, después de una primera parte de pesadilla y que pudo haberles humillados.

Trent Alexander-Arnold no controló un buen pase de Mohamed Salah, la pelota se le escurrió por debajo del botín y Anthony Gordon le robó la cartera y definió por debajo de las piernas de Alisson.

Un primer contratiempo que se agravó mucho más cuando unos minutos después, Van Dijk fue expulsado por derribar a Isak siendo el último defensor. Una acción controvertida y que no se confirmó hasta que el VAR dio la razón al colegiado, John Brooks.

El neerlandés se fue enfadadísimo, gritando al colegiado y al cuarto árbitro, y no estaba mucho más feliz Jürgen Klopp, que sabía que el partido se le estaba yendo de las manos.

Alisson, con un paradón espectacular a una volea a bocajarro de Miguel Almirón evitó que cualquier emoción desapareciera inmediatamente, y el Liverpool tuvo la fortuna de llegar vivo a los últimos veinte minutos de partido.

Y ahí le volvió a sonreír la suerte, cuando tras un carrerón desde el centro del campo el disparo con rosca de Almirón se estrelló en la madera. Luego de aquella acción de peligro, a diez minutos del final, el Liverpool, que llevaba 50 minutos con uno menos y que no había disparado a portería, estaba a un gol de sacar algo de St. James’ Park. Y así de impredecible es el fútbol.

Un pase que buscaba a Darwin Núñez se trastabilleó en Botman, que falló al despejar y dejó al uruguayo internarse en el área. No era la posición más fácil para el disparo, estaba ligeramente esquinado, pero sacó un zapatazo raso junto al palo que equilibró el encuentro.

Castigo al Newcastle por no sentenciar y justicia para unos ‘reds’ que creía que el árbitro les había perjudicado, pero aún quedaba lo mejor. En el último minuto del descuento, Salah encontró en profundidad a Núñez, que volvió a irse por velocidad y no falló en el mano a mano.

El Liverpool, que lo tenía todo en contra durante casi una hora, había dado la vuelta a un partido increíble. La emoción a raudales que inundaba el banquillo de los ‘reds’ contrastaba con la cara de incredulidad de Eddie Howe, que no entendía que se le fuera así un partido.

Pero esto es fútbol, y se logró obrar el milagro gracias a un Núñez que, desafortunadamente, llegará al encuentro ante la Selección Chilena con el pecho más que inflado.

Cabe consignar que ‘La Roja’ y Uruguay se miden el 8 de septiembre en el Centenario, en el estreno de las Clasificatorias de la Conmebol.