En marzo de este año Russell Westbrook aseguró haber sufrido un ataque racista en el juego de los Oklahoma City, exequipo de Westbrook, en su visita a los Utah Jazz en partido válido por la NBA.

“Ponte de rodillas, que es como tienes que estar”, le habría dicho Shane Kiesel, hincha de los Utah Jazz y que fue expulsado de por vida por su equipo del EnergySolutions Arena, lugar donde los de Utah hacen de local.

En ese momento, frente al insulto, el basquetbolista increpó al fanático y le dijo “Te voy a joder, crees que estoy de broma pero no. Te voy a joder a ti y a tu novia”. Por eso la NBA multó al jugador con 25.000 dólares.

Según informa el The Salt Lake Tribune, Shane Kiesel decidió demandar al basquetbolista por ‘arruinarle la vida’. Según el abogado de Kiesel, el hecho no fue como se describió y que el fanático estaba gritando cosas del mismo calibre que el resto del estadio. Acusa que el deportista lo escuchó mal y que le había dicho que ‘cuidara sus rodillas’.

“El público estaba impresionado por la ferocidad con la que el señor Westbrook reaccionó luego de que solo le dijeran que cuidara sus rodillas”, dijo el abogado del hincha.

Acusan que los fanáticos del jugador se empecinaron en hostigarlo a él y su familia, basándose solo en la versión del jugador. Describen que debieron cambiar los caminos de sus rutas cotidianas, poner cámaras de seguridad en su casa, recibir fotos de toda su familia, perder el empleo y dejar de usar el primer nombre para no ser identificado en la ciudad.

Shane Kiesel y su esposa buscan que el hoy jugador de los Houston Rockets junto a los Utah Jazz emitan unas disculpas públicas y que se les pague 100 millones de dólares por ‘arruinarles la vida’.