Breanna Stewart es considerada la jugadora con más proyección dentro del mundo del básquetbol femenino.

Y es que la pivot es dueña de un talento indiscutible, que en el último tiempo la tiene como candidata segura para ser considerada como la mejor de la historia de este deporte en Estados Unidos.

Pese a esto, detrás de su enorme éxito deportivo la estadounidense escondió por mucho tiempo un gran secreto: el abuso sexual de la que fue víctima durante su niñez.

Pero ya se cansó. La cuatro veces campeona de la NCAA confesó a el medio The Players Tribun haber sido abusada desde los 9 años por un conocido de la casa donde vivía.

“Recuerdo a qué olía. Cigarrillos y suciedad. A alguna clase de metal, también. Él era un trabajador de la construcción y fumaba. Realmente no puedes lavar esos olores”, partió diciendo la deportista.

En su estremecedor relato, Stewart reveló que solía dormir en casa de sus familiares, lo que fue aprovechado por este sujeto para perpetuar su cometido durante largos años.

“Él vivía en una de las casas donde más dormía. Había un gran sofá en la sala de estar y me quedaba despierta hasta tarde, viendo televisión. Allí también dormía, no había dormitorio de huéspedes.Oía sus pasos bajando las escaleras. Se sentaba a mi lado, fingiendo ver televisión”, indicó

“Me tocaba e intentaba que lo tocara. Intentaba apartar mi brazo, pero no era tan fuerte. Solo era una niña. ¿Conocen esos sueños en los que intentas huir pero tu cuerpo no se mueve? Esa era yo: paralizada, en silencio”, agregó.

Este tormentoso silencio, con el que tuvo que cargar por años, hizo que un día la joven pivot no aguantara más y decidiera hablar con sus padres para contarles su verdad.

“Fui a la habitación de mis padres.’¿Mamá? Mamá, tengo que decirte algo’.Ella se sentó y solo me miró a la cara. Señalé mis partes privadas y dije, ‘Mamá, él me tocó aquí"”, agregó.

Solo esto bastó para que sus padres llamaran a la policía y dieran termino a su infierno.

“Recuerdo que mis padres llamaron a la policía y que toda mi familia estaba en mi casa cuando salió el sol. Sé que fui a la estación de policía y di una declaración. Mi padre más tarde me dijo que el tipo había confesado todo a la Policía”, relató.

Hoy Stewart, quien promedia 19,1 puntos, 9 rebotes, 3 asistencias, 1,2 robos y 1,7 tapones por partido en sus primeras dos temporadas de la WNBA, se da el tiempo para dejar un importante mensaje a las víctimas de violación.

“Si te están maltratando, cuéntaselo a alguien. Si esa persona no te cree, cuéntaselo a alguien más. Un padre, un miembro de la familia, un maestro, un entrenador. La ayuda está ahí”, concluyó.