El astro Kevin Durant, que ayudó la noche del lunes a que los Golden State Warriors vencieran 129-120 a los Cleveland Cavaliers para coronarse campeones de la NBA, confesó que llevaba dos días sin dormir esperando ese momento.

Golden State sacó la serie para reclamar el trono que perdieron precisamente ante los Cavaliers hace un año.

Los Warriors completaron una carrera en la postemporada de 16-1, el mejor porcentaje de victorias después de la temporada en la historia de la NBA.

Fue el primer título de la NBA de carrera para Durant, quien salió de Oklahoma City en julio pasado para unirse a los Warriors en medio de las expectativas de que él y Golden State llenarían cajas de trofeos.

“No pude dormir durante dos días,” admitió Durant. “Estaba ansioso, estaba nervioso, sólo quería ponerlo todo ahí”, señaló al nombrado MVP (Jugador Más Valioso) de la final.

“Hemos luchado, pero lo hemos hecho, somos campeones y estamos celebrando en nuestro tribuna de casa”, añadió el MVP.

Durant se convirtió en el primer jugador con cinco actuaciones consecutivas de 30 puntos en las Finales de la NBA desde Shaquille O’Neal en 2000.

Los guerreros también ganaron títulos en 1947 y 1956, cuando el equipo se basó en Filadelfia, y tomó la corona en 1975 y 2015 después de mudarse a la zona de la Bahía de San Francisco, pero nunca había ganado un título en casa.

Durant también elogió a LeBron, quien marcó 41 puntos para liderar a los Cavaliers. También tuvo 13 rebotes y ocho asistencias, lo que le dio un triple doble en promedio para la final, una hazaña sin precedentes.

“LeBron y Kyrie, nunca he visto nada como ellos”, subrayó modestamente Durant. “LeBron fue la única persona que podría mirarme a los ojos en una situación así (final)”.