Uno de los momentos deportivos más insólitos y virales de los últimos años se registró el fin de semana en el fútbol inglés.

Durante el duelo entre Ipswich Town FC y Sheffield Wednesday por la Football League One, la tercera división, hubo un gol agónico que se robó todas las miradas.

¿El protagonista? Macauley Bonne. El delantero del Ipswich envió un remate exigido que el portero Bailey Peacock-Farrell controló sin problemas… pero segundos después tendría su revancha.

Bonne se ‘escondió’ detrás del meta rival y con paso sigiloso fue avanzando hasta que él dejó el balón en el suelo. Después realizó una aparición ‘fantasmal’, robó el balón y provocó el empate en el final de su compañero Conor Chaplin.

La locura y festejo de los fanáticos locales fue total. Incrédulos celebraron en la galería una igualdad que les permite no quedar, por ahora, en zona de descenso.

Consignemos que Dennis Adeniran había abierto la cuenta a los 26′ para el visitante.