El fotógrafo irlandés, Bill Guiller, fue víctima de una broma mientras cubría un partido de la liga de Larne.

Resulta que el profesional estaba acostado a un costado del campo de juego, tratando de captar de mejor manera a los jugadores, sin percatarse de lo que ocurría a su alrededor.

Fue en ese momento cuando un bromista amarró los cordones de sus zapatos a una reja, dejándolo inmovilizado.

El fotógrafo quiso moverse, pero no pudo, desatando carcajadas entre los hinchas que estaban presentes en el estadio.

De hecho, tuvo que necesitar asistencia para poder librarse. Un encargado de la ambulancia fue y socorrió al profesional, quien pudo continuar con su trabajo.