Mientras se espera el comienzo de la temporada regular de la NBA, los equipos de la competencia están realizando una serie de amistosos para llegar en las mejores condiciones.

Uno de ellos fue el New York Knicks, que enfrentó en el Madison Square Garden a los Washington Wizards. Sin embargo, el triunfo de los locales pasó a un segundo plano tras la furiosa reacción de uno de sus jugadores.

Se trataba de Marcus Morris, quien hacía su debut en los Knicks procedente de los Boston Celtics. El jugador no aguantó la férrea defensa de Justin Anderson y lo agredió con un feo pelotazo en la cara. Antes, había intentado agredir a su rival con un codazo .

Pese a la incompresible reacción de Morris, Anderson mantuvo la cabeza fría y solo se enfrascó en una pequeña discusión, mientras el resto de los jugadores trataba de entibiar los ánimos.

Tras el final del encuentro, fue el propio Morris quien pidió perdón y se disculpó por su violento actuar. “Ha sido algo poco profesional y realicé un feo gesto. Creo que se me ha ido de las manos. Nunca quieres ser expulsado de un partido. Hay diferentes formas de hacer las cosas. Aún es pretemporada y me puede servir para aprender”, indicó.

Pese a su arrepentimiento, la NBA podría suspender por algunos partidos de la temporada regular al jugador , que hasta el momento de la agresión era uno de valores más destacables del equipo, tras llevar anotados 17 puntos y dos asistencias.

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