Llegó a la cima de su carrera profesional y tuvo una celebración que pasará a la historia. El rugbista inglés, Alex Goode, protagonizó una de las juergas más intensas que se recuerden en el deporte.

Todo comenzó el sábado, cuando jugando por los Saracens de Londres se consagró campeón de la Champions de Rugby. Eso no fue todo, y Goode fue elegido por la afición como el mejor jugador del torneo.

Ante tal éxito, la celebración no podía ser menos y Goode se lo tomó con mucha responsabilidad. Esa misma noche comenzó la fiesta del equipo y el rugbista asistió con el uniforme puesto y cerveza en mano para no perderse ningún detalle.

Al día siguiente se realizó otra fiesta privada para los jugadores. Mientras todo el plantel asistió con ropa normal, Goode demostró que su festejo iba en serio y se presentó de la misma forma con la que había ganado la final.

Sus compañeros de equipo festinaron con esta situación y a través de sus redes sociales fueron publicando la evolución de Goode, donde indicaron entre otras cosas que ‘no sé como sigue vivo’.

Después de 48 horas sin parar, su estado era evidente, pero el era el menos preocupado.

La madrugada del lunes porfin llegó a su casa, no antes de haber sido fotografiado encima de una banca con varias latas de cerveza a su alrededor, con el equipo puesto y sin calcetines.

Para tranquilidad de todos los fanáticos del rugby, fue el mismo jugador el que se encargó de cerrar las transmisiones. Antes del merecido descanso, subió una foto de su equipo con el mensaje ‘cambio y fuera’.

Revisa la celebración del rugbysta a continuación: