El fútbol del ascenso argentino suele regalar momentos que destacan por su curiosidad más que por lo estrictamente deportivo.

Sin embargo, lo que se vivió en la Primera C quedará registrado como una de las situaciones más insólitas que se han vivido en el último tiempo.

En Argentina aún se comenta la polémica que se vivió entre Banfield y River Plate, donde supuestamente el cuadro local cortó las luces del estadio para que un jugador pudiese ir al baño, pero lo que pasó en el partido entre Laferrere y El Porvenir superó todos los límites.

Se jugaba el quinto minuto de descuento del segundo tiempo. El Porvenir perdía por la cuenta mínima pero tenía un tiro de esquina a favor donde hasta el arquero llegó a cabecear. Fue entonces que ‘sospechosamente’ se apagaron las luces del estadio y todo quedó a oscuras.

El juez del encuentro ni se inmutó y decidió que el partido se siguiera jugando ¿ el resultado?, contra para los locales que no desaprovecharon la oportunidad y sentenciaron el partido ante la atónita mirada de los jugadores de El Porvenir.

Tras el gol de los locales, el árbitro del partido, Mariano Seco, dio por concluida las acciones, ante la indignación del equipo visitante que pedía explicaciones en medio de la oscuridad.