El partido entre el Manchester City de Guardiola y el Liverpool de Klopp era más relevante de lo que parecía.

Si ganaba el Liverpool, se alejaba a 10 puntos del City en la Premier League, por lo que los ‘citizens’ necesitaban una victoria para que no se les escaparan los ‘reds’.

Así lo entendían en el plantel dirigido por Pep Guardiola, por lo que celebraron la difícil victoria liberando mucha tensión. Benjamin Mendy fue uno de ellos, que luego del pitazo final, entró a la cancha para abrazar a sus compañeros y celebrar el importante triunfo.

El lateral francés no estaba disponible para jugar en el City debido a que sufre una lesión en los meniscos de una de sus rodillas. Sin embargo, no se quiso restar de los festejos en la cancha.

Apenas escuchó el final del partido, el jugador francés entró a la cancha para festejar con sus compañeros. Pero Mendy no fue reconocido por los guardias del recinto, seguramente por la vestimenta con la que ingresó al campo de juego, y se dirigieron rápidamente hacia él para repeler algún tipo de peligro para los jugadores que estaban en la cancha.

Al no estar ni siquiera convocado, Mendy saltó desde la grada hacia el terreno de juego y además estaba con ropa que no coincidía con los jugadores que estaban en el banco.

A medida que se iban acercando, los guardias se percataron de que era el francés, y siguieron su recorrido simulando que custodiarían al árbitro del encuentro.