Al seleccionado de Luxemburgo de solo 17 años, Vincent Thill, se le subieron los humos a la cabeza en el duelo ante Holanda, válido por las clasificatorias rumbo a Rusia 2018.

Resulta que el joven medio centro ofensivo es la revelación del débil conjunto europeo, considerado como uno de los jugadores más prometedores de su país. De hecho Thill juega en el Metz de Francia.

Al parecer, esa investidura que ha recibido de parte de su país le jugó una mala pasada, ya que al ser sustituido a los 54 minutos de partido, reaccionó violentamente, situación digna de un pequeño de cinco años.

Cuando se anunció el cambio por su compañero Lars Gerson, el joven cambió de inmediato el semblante y se dirigió molesto a la banca.

El entrenador Luc Holtz intentó darle la mano, pero el jugador se rehusó y las emprendió contra un maletín y un cooler de bebidas hidratantes, pateándolas.