Más de alguno habrá visto la película ‘Undisputed’, con el ruso Yuri Boyka luchando en la cárcel contra los peleadores más fuertes y feroces. Bueno, una situación bastante similar ocurre en un recinto penitenciario de Tailandia.

Y es que en la cárcel de Ayutthaya, a 80 kilómetros de Bangkok en Tailandia, organizaron un torneo carcelario de Muay Thai, donde el ganador será premiado con su libertad, sea cual sea el delito que haya cometido.

Para entender el por qué de esta competición, basta buscar en la historia de Ayutthaya. Resulta que en 1764 los birmanos provocaron “la caída de Ayutthaya”. Ese conflicto causó miles de muertos y esclavos, donde se encontraba Nai Khanom Thom, “el padre del Muay Thai”.

En una de las tantas celebraciones birmanas, estos quisieron demostrarle a su rey lo poderoso que era su “boxeo birmano” y superior al Muay Thai. Para ello organizaron un combate contra los esclavos, quienes eligieron a su mejor peleador.

Lo que no esperaron los birmanos fue que Khanom Tom derrotó con facilidad a su primero oponente, e hizo lo mismo con los siguientes nueve contendores.

El rey birmano, impresionado, decidió darle la libertad. Es por eso que este hito se transformó en fuente de inspiración para que los recintos carcelarios de Tailandia crearan este exótico torneo: “Prison Fight”.

La cárcel de Khao Prik es una de las principales sedes de la competición, la cual nació el 2012 con la consigna de “dar a los presos un objetivo, una esperanza”.

De hecho, el torneo cuenta con su propio sitio web.

El torneo consta de cinco rondas, donde los peleadores deberán enfrentarse entre ellos. En la final, se medirán ante un peleador profesional de Muay Thai. La única condición para los participantes es que estén cumpliendo una condena de larga duración.

Como por ejemplo la que vive Noy Khaopan, quien cayó a la cárcel por apuñalar en la cabeza al joven Anirut Vanichyaron. Noy cumplía una condena de 11 años, pero tras entrar al torneo consiguió su libertad.

¿Cómo recuperó su libertad? Venciendo en la final al profesional Cody Moberly.

Esta noticia causó gran revuelo, ya que los padres del joven asesinado se enteraron del indulto de Khaopan.

“Cuando les contábamos a los padres del adolescente, el padre quería matar a Noy. La madre estaba inconsolable de dolor. No piensan que es justo liberarlo”, señaló el creador del documental “Prison fighters: 5 rounds to freedom” Micah Brown.

Pese a las críticas, las autoridades tailandesas defendieron esta práctica, al asegurar que el Muay Thai es poco menos que una religión. Además, agregaron que tras la iniciativa el uso de drogas y los comportamientos violentos en las cárceles han disminuido notablemente.