Una verdadera batalla campal. El Black-E Centre, de Liverpool, se transformó en un campo de ‘guerra’ entre los asistentes que fueron a presenciar un combate de artes marciales mixtas.

Todo comenzó cuando uno de los espectadores se subió al ring para golpear a uno de los peleadores, desatando una gresca de proporciones.

Vasos, sillas, y otros objetos contundentes comenzaron a llover sobre el cuadrilátero. Según el informe de la policía, dos personas fueron a parar al hospital por sufrir heridas de consideración.

¿Lo curioso? No se registraron detenidos.