El duelo de ayer entre Central Norte de Salta y Talleres de Perico, por la Copa Argentina, terminó con serios enfrentamientos entre jugadores, quienes utilizaron el campo de juego como un verdadero ring de lucha.

Todo comenzó cuando un intruso saltó a la cancha, golpeó y escupió al jugador de Talleres Franco Sosa.

El defensor, ofuscado, inició una furiosa persecución junto con su compañero para atrapar al agresor. Y lo hicieron.

“Cuando salía de la cancha, en la manga, uno me escupe la cara y me tira un manotazo -relató-, lo empiezo a perseguir, me insultaba cada uno que pasaba. Perseguía a uno como para agarrarlo y los compañeros míos salen por atrás, salta uno de ellos, empieza a patear en el piso a un compañero mío (Argañaraz) que cuando cae, se dobla la rodilla”, dijo en conversación con La Nación.

El jugador hizo referencia a su compañero, Daniel Argañaraz, quien tras golpear al intruso se lesionó, situación que aprovechó el aficionado de Central, junto con otro hincha, para agredirlo.

“Por suerte la policía actuó rápido, detuvo a los que estaban ahí. Nos llevaron con ellos, hicimos las declaraciones, el médico nos había revisado por si teníamos heridas. Por suerte no pasó a mayores (sic), podría haber sido peor”, agregó Sosa.