Eduardo Berizzo y Fabián Orellana irrumpieron el dulce momento que atraviesa el Celta esta temporada. El técnico argentino sorprendió en conferencia de prensa al anunciar que el “Histórico” ya no contaba más para él, “por una falta de respeto inaceptable”. La respuesta de Orellana no tardó en llegar: “Berizzo fue desleal conmigo”.

Según trascendidos de prensa, la relación entre ambos estaba tensa desde comienzos de temporada, cuando el cuadro vigués se negó a traspasar al delantero nacional. La gota que colmó el vaso para Orellana fue quedar fuera de la citación ante el Valencia, luego de haber recibido el alta médica tras una larga lesión. El “Toto”, a través de su ayudante, lo llamó a la oficina para arreglar la situación, pero la respuesta fue tajante: “Qué se vaya a cagar. No voy”.

La de Berizzo y Orellana se suma a un largo historial de conflictos entre entrenadores y jugadores. Duelo de egos en los que ninguna de las partes quiere ceder un ápice y el gran perjudicado es el equipo mismo. Acá te presentamos algunas de las peleas más escandalosas entre estrategas y dirigidos.

El Diego contra el técnico que sacó lo mejor de él

Diego Maradona y Carlos Salvador Bilardo han tenido una relación llena de cruces y reencuentros. De abrazos apasionados y ataques furiosos. De agradecimientos y acusaciones de traición.

Uno de los capítulos más violentos de su historia de amor y odio tuvo lugar en Sevilla. El “Narigón” había llevado a la ciudad andaluza al “10” que lo hizo campeón del mundo, para que volviera a sentirse futbolista tras sus turbulentos últimos años en el Napoli. Los buenos deseos del principio se esfumaron cuando Bilardo decidió sustituir a Maradona en un encuentro. El Diego le respondió con una retahíla de insultos. No contento con eso, al día siguiente fue a buscar al entrenador a su casa, donde terminaron a puñetazos.

Beckham terminó con su ceja suturada

El Manchester United había perdido como local 0-2 ante el Arsenal, el rival que por aquel entonces dominaba el fútbol de Inglaterra. Alex Ferguson entró iracundo al vestuario y pateó un botín que impactó en el rostro de David Beckham, rompiéndole una de sus cejas. Al “Spice Boy” se le subió la bilis y se abalanzó sobre su entrenador. La relación entre ellos nunca más fue la misma y a los pocos meses el jugador se marchó al Real Madrid.

Ibrahimovic se hartó de Guardiola

A mediados de 2009, el FC Barcelona estiró la alfombra roja y sacó las trompetas para recibir a Zlatan Ibrahimovic. El goleador sueco llegaba precedido de grandes temporadas con el Inter de Milan al reciente ganador de la Champions. Todos estaban felices, menos Lionel Messi. El argentino veía en el recién llegado una amenaza a su papel estelar en el equipo y se lo hizo saber a Josep Guardiola.

El estratega optó no enfadar a su estrella y empezó a limitar el rol de Zlatan en su escuadra. Al sueco, quien ha declarado más de una vez su admiración por la “Pulga”, no le gustó que “Pep” nunca le haya dicho las cosas a la cara. “Creo que no sabe comportarse ante las personas que tienen carácter. Huye de sus problemas. No tolera enfrentarse a ellos cara a cara, lo que lo complica todo aún más”, escribió el delantero en su autobiografía. A pesar de ganar la liga, el divorcio entre ambos era total. “Ibra” quería marcharse a como dé lugar y cuando sintió que la dirigencia le estaba poniendo trabas a su salida se presentó en las oficinas del club. Con su habitual tono desafiante dijo: “O me venden o golpeo a Guardiola en público”. No pasó mucho tiempo para que se concretara su arribo al Milán de Italia.

Tévez contra Mancini, otra vez

Carlos Tévez y Roberto Mancini se pelearon varias veces, pero ninguna como aquella vez en que el Manchester City visitaba al Bayern Múnich por Champions League. El técnico de los ingleses mandó a calentar al delantero. Sin embargo, el “Apache” se quedó en la banca, de brazos cruzados, con gesto malhumorado. Mancini lo fue a encarar, sin conseguir que cambiase de parecer.

Tévez acusó a Mancini de “hablarle mal”. El italiano lo desmintió, pero trató de enfriar el asunto: “Si se disculpa todo será como antes. Si no, analizaremos venderlo en enero”. Pasaron las semanas y dicha disculpa nunca llegó y desató la furia contenida del entrenador. “No volverá a jugar acá”, dijo fulminante. Al final lograron llegar a una tregua y con el argentino en cancha, el City se coronó campeón de la Premier League luego de 40 años.

La bravura de Aragonés contra el jolgorio de Romario

“Mírame a los ojitos”, “mírame a los ojitos” le espetó el técnico Luis Aragonés a Romario. El campeón de Europa con España el 2008 venía recién llegando al Valencia en la temporada 1996/97 y al poco andar ya estaba harto de las numerosas salidas nocturnas del brasileño y de su falta de compromiso con el plantel. Lo apartó del equipo y tras un triunfo 3-0 del cuadro “Che” sobre el Bayern Múnich en la UEFA, Romario se plantó ante la dirigencia y dijo “o él o yo”. Terminó yéndose a préstamo al Flamengo.

Otra vez Aragonés

Samuel Etoó era un impetuoso muchacho de 19 años que quería comerse el mundo. Jugaba en el Mallorca, al que llegó cedido desde el Real Madrid, y se sentía la estrella del equipo. El 3 de diciembre del 2000, en un partido ante el Zaragoza, Luis Aragonés, el mismo que había aplacado a Romario, decidió sacar al camerunés a los cinco minutos del segundo tiempo. Molesto, el jugador se fue a la boca pronunciando “siempre cambias a los mismos”. Aragonés perdió la compostura y se olvidó del partido para ir a zarandear a Eto’o a vista de todo el mundo. “Pasó por delante de mí y tiró la botella. Conmigo no, ¿se entera? Míreme a la cara, conmigo no puede ser. No he estado a punto de darle un cabezazo de puro milagro”, explicó el técnico el día siguiente en el entrenamiento. A pesar de la pelea, ambos lograron trabar una relación de mucho cariño.

El Ingeniero contra su mejor jugador

Con Manuel Pellegrini en el banco y con Juan Román Riquelme moviendo los hilos en el mediocampo el Villareal vivió su mejor época. Pero la relación entre años se desgastó a tal punto que el volante argentino se ponía los audífonos en las charlas técnicas del entrenador nacional. La molestia de Román se produjo, entre otras cosas, porque a fines de 2006 le negaron una extensión de sus vacaciones navideñas. El técnico también se molestó, porque el enganche no le pidió permiso a él, sino que fue a hablar directamente con la dirigencia. Riquelme dejó de ser considerado, ni al banco iba. Finalmente, el argentino se fue a préstamo a Boca Juniors y se despachó esta frase a su salida: “Mi relación con el técnico nunca fue ni buena ni mala. Ojalá deje de hacer lo que le dicen los de arriba”.

Peleas a la chilena

El “Bichi” se va contra su regalón

Jorge Valdivia era el jugador fetiche de Claudio Borghi. Siempre que se presentaba la oportunidad, el “Bichi” llenaba de loas al “Mago” y lo defendía de quienes lo acusaban de “poco profesional”. Pero eso se terminó con el recordado “Bautizazo”, cuando Claudio Borghi excluyó de la selección a Valdiva, Carlos Carmona, Arturo Vidal, Jean Beausejour y Gonzalo Jara por llegar alcoholizados a Juan Pinto Durán. El enganche le respondió a Borghi en una conferencia en el Sifup: “Es una falta a la verdad que me extraña de Claudio”. La relación se hizo añicos, hasta ahora.

“Te doy cinco combos de ventaja”

El ‘Fantasma’ Figueroa se ha peleado con periodistas, dirigentes, hinchas, árbitros y también con varios jugadores. “Pepe” Rojas, Cristián Álvarez y Sebastián Roco son solo algunos de los que se le cruzaron. Pero el episodio más escandaloso lo vivió con el uruguayo Iván Guillauma en su primera etapa en Cobreloa, en el 2008.

Molesto por la displicencia del volante en el entrenamiento, el “Fantasma” no solo lo echó de la práctica, sino que también lo insultó y le sacó la madre. Cuando el charrúa lo fue a encarar, el ex ariete le respondió: “Te doy cinco combos de ventaja”, a lo que Guillauma le respondió que se pusiera los guantes para subir al ring, porque “esto es fútbol”.

Suazo contra el mundo

Suazo la pasó horrible en su vuelta a Colo Colo en 2015. El delantero no pudo mostrar el mismo poder de fuego que exhibió en su primer paso por el club, lo hacían jugar de enganche y fue agobiado por una larga lesión.

En un partido ante San Marcos de Arica, el “Chupete” fue reemplazado y abandonó el terreno de juego con evidentes signos de enfado. A los pocos días se anunció su despido. José Luis Sierra lo acusó de faltarle el respeto al cuerpo técnico, mientras que Suazo argumentaba que se sentía acosado y que detrás de todo esto estaba la intención de despedirlo sin pagarle el contrato. Suazo llevó a juicio a Blanco y Negro, en el que Sierra declaró en su contra, y terminó ganando una millonaria indemnización.

Duelo de referentes

Colo Colo venía de ser campeón en el Clausura 2008 y había tenido un buen arranque en la Copa Libertadores. Sin embargo, el buen momento deportivo no tenía su correlato en la interna. El DT, Marcelo Barticciotto, decidió separar del plantel a Miguel Riffo, Rodrigo “Kalule” Meléndez, Gonzalo Jara y Arturo Sanhueza. El “Barti” no se sintió respaldado por la plana directiva en su decisión y renunció, no sin antes desatar una hecatombe de proporciones que terminó con parte de la Garra Blanca invadiendo un entrenamiento para insultar a los señalados por el entrenador.

El argentino acusó a los jugadores de fumar en el camarín y de beber más de la cuenta. También aseguró que le decían cómo jugar y con quiénes jugar e incluso de que les daba lo mismo perder, porque “se arreglaban” en los ya extintos play-offs. “Siempre en varios planteles hay tres o cuatro jugadores que si toman fuerza y se ponen de acuerdo con malas energías y mala onda pueden llegar a generar un mal ambiente. Y eso es lo que pasó en Colo Colo”, dijo el hoy comentarista.

Don Nelson demanda al paraguayo Brizuela

Hugo Brizuela, de largo recorrido en el fútbol chileno, denunció en una entrevista en 2005 que Nelson Acosta les cobraba a los futbolistas por hacerlos jugar. El por entonces técnico de la selección respondió con furia y aseguró que presentaría una demanda contra el guaraní. A los pocos días Brizuela apareció en Juan Pinto Durán para disculparse con el entrenador. “Usted sabe cómo son esos buitres”, le dijo el delantero en relación a la prensa.