Claudio Bravo protagonizó un desafortunado momento en el partido entre el Crystal Palace y Manchester City, no por errar en alguna ofensiva rival, sino por un choque que tuvo con su compañero Vincent Kompany.

El capitán de la ‘Roja’ salió con todo en una arremetida del conjunto rival para intentar dominar un balón aéreo que llegaba directo a su área, pero en su intento se llevó por delante al internacional belga con un golpe entre cuello y cabeza que lo tuvo tendido por unos minutos en el césped del Selhurst Park.

Si bien el defensor se logró reincorporar al juego no pudo hacerlo por el resto del compromiso, pues a los 36 minutos del primer tiempo fue cambio obligado para los de Pep Guardiola, dejando su lugar al trasandino Pablo Zabaleta.