Los hinchas del Necaxa saben que cada vez que se cobra un penal las probabilidades en que se transforme en gol son altas, ya que el encargado de patearlo será Edson Puch. El chileno se ha lucido en sus lanzamientos a lo largo de la temporada al punto de anotar en agosto pasado uno “a lo Panenka”.

Sin embargo, tal como le sucedió a Charles Aránguiz con el Bayer Leverkusen, el día de la ‘mala suerte’ tenía que llegar, y eso ocurrió ayer en el match contra Puebla.

Cuando se jugaba el minuto 35, el juez sancionó la pena máxima por supuesta falta a Marcos González. El iquiqueño se paró desde el punto desde los doces pasos, pero su disparo fue atajado por Cristian Campestrini.

Tras el rebote del meta, el extremo recibió un centro e intentó de chilena y la pelota se fue apenas por fuera.

Como sabemos, Puch se reivindicó en los 90+1′ al marcar el 3-1 definitivo con un ‘picotón’ en un penal.