Liverpool buscó ayer en el clásico del Noroeste de Inglaterra alcanzar a los líderes Manchester City y Arsenal, pero sólo consiguió un empate sin goles.

Si bien pudo haber perdido si no fuera por la impericia de Zlatan Ibrahimović, el máximo responsable de la igualdad en Anfield fue el portero David de Gea.

El español se convirtió en la gran figura del encuentro debido a sus buenas intervenciones. Una de ellas fue una fenomenal estirada con que evitó un remate de larga distancia de Philippe Coutinho.

El exmeta de Atlético Madrid también brilló al atrapar un disparo de Emre Can.

Los ‘Reds’ marchan cuartos en la Premier con 17 puntos, mientras que Manchester United se quedó en la séptima posición con 14 positivos.