Primero fue Jérôme Leroy quien habló de Ronaldinho con quien compartió camarín en PSG cuando el ‘astro’ brasileño jugaba en Francia. La sorpresa fue que el estilo de vida del ’10’ no era tan común como podría haberse creído, debido a su gran libertad en cuanto a disciplina.

No entrenaba ningún día de la semana y se presentaba directamente el viernes para jugar el sábado (…) Por la mañana lo veías llegar con gafas de sol“, reveló hace casi un mes el exjugador francés que no sería el único en dar detalles de la vida de ‘Dinho’.

Kevin Prince Boateng, actual jugador de Las Palmas de España y quien fue compañero del mediocampista en AC Milan también contó algunos detalles, aunque fue un tanto más reservado, pues primero se dedicó a elogiar su talento, poniéndolo por sobre figuras de renombre mundial.

“Cuando vino al Milan ya no era el mejor ‘Dinho’ de su carrera, pero cuando quería, mostraba lo que sabía hacer con el balón y era impresionante. En esos momentos te dabas cuenta que era el mejor jugador del mundo: más allá de Zidane, Pelé o Maradona“, puntualizó en una entrevista a Fox Sports Italia.

Tan bueno para la pelota era el gaúcho, explica el ghanés, que incluso revela la forma en que anticipaba los lujos que haría en el siguiente partido y a qué rival, eso claro está, cuando decidía ir a entrenar pues ahí conversaba con el plantel.

Cuando no salía por la noche y había descansado bien, iba a los entrenamientos y mencionaba los nombres de los compañeros a los que les iba a hacer un túnel. Y al final, lo hacía“, comentó.

Y tal y como popularizó para una marca deportiva en comerciales, Ronaldinho también podía golpear el travesaño cuando se le daba la gana en entrenamiento, remarca Boateng, quien expone que lo hacía “cuántas veces quería y hacía malabarismo con la pelota que ni podías imaginar“.

“Era imposible encontrar tanto talento en un jugador de un metro y ochenta de altura”, concluyó el volante de 29 años.