“Los ojos de la FIFA estarán pendientes en el Monumental”. Así de tajante fue el gerente de comunicaciones de la ANFP, Jorge Nazar, que había llamado al público a comportarse, todo para que el estadio no sea sancionado por cantos homofóbicos, como le ocurrió al Nacional Julio Martínez Prádanos.

El objetivo era evitar un castigo, por lo que la entidad de Quilín ideó diversas iniciativas, como el video protagonizado por diversas figuras de la ‘Roja’ con la consigna “Volvamos al Estadio Nacional”, el cual fue mostrado en los instantes previos al inicio del cotejo de ayer entre Chile y Bolivia.

Si bien se intentó no caer en ese tipo de manifestaciones, con algunos hinchas pidiendo a otros que respetaran el himno altiplánico, con el correr de los minutos los ánimos se caldearon, especialmente por el exagerado tiempo que se tomaban los visitantes para reactivar el juego.

El conocido grito mexicano contra los porteros (“ehhh… puto”) se escuchó fuertemente en el primer saque de Carlos Lampe. En los siguientes, eran cada vez más tibios. Sin embargo, una nueva protesta del meta de Huachipato colmó la paciencia de la fanaticada local, por lo que popular cántico que se le dedica a los arqueros en el fútbol chileno bajó de las gradas (“Que lo vengan a ver…”), mientras el guardavallas seguía en el suelo tras el gol anulado a Enzo Roco. Lo anterior llevó al locutor del Monumental a solicitar respeto hacia los rivales por los altoparlantes.

Sobre el final del match, parte de la hinchada comenzó a saltar mientras entonaban otra reconocida canción (“Porompompom…”). Asimismo, se escuchó también un tema que se burlaba de la aclamada salida al mar de Bolivia.

Serán los veedores de la FIFA los que analizarán una posible sanción al recinto del Macul. Recordemos que el ente rector del balompié mundial implementa en todos los partidos de las Eliminatorias el sistema de vigilancia antidiscriminación de la FIFA, que tiene la función de informar cualquier acto que incurra contra la buena conducta de los espectadores.