Es común que los futbolistas se retraten en su piel alguna jugada importante de su carrera. Mauricio Pinilla, por ejemplo, se tatúo el palo a Brasil en el Mundial de 2014. Otros prefieren llevar dibujado goles, como el caso de Esteban Paredes, que decidió por uno que hizo en Colo Colo.
‘Visogol’ la tenía complicada, ya que registra 126 conquistas con la camiseta del Cacique. Sin embargo, se inclinó por el potente zudazo con que batió a Johnny Herrera en la semifinal de ida del Apertura 2012 ante Universidad de Chile, jugado un 17 de junio en un vacío Estadio Monumental, siendo uno de sus nueve goles que ha marcado en el Clásico del fútbol chileno.
Aquél tanto fue el último que anotó el número ‘7’ albo antes de emigrar a Atlante, tras no llegar a acuerdo su renovación con Blanco y Negro.
Cabe señalar que el tatuaje situado en el hombro derecho de Paredes tiene incorporado a la barra colocolina detrás del arco, aunque ese día el Monumental estaba sancionado. Es preciso señalar también que en esa zona se ubica habitualmente los hinchas azules.
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