Se trataba de un puzzle: una especie de tríptico con la cara del revolucionario que estuvo a la venta en el Museo de Arte Pérez de Miami (PAMM), y que a penas transcurridas unas horas generó una fuerte polémica entre los cubanos residentes en Estados Unidos.

Según informa El Nuevo Herald, el objeto artístico se puso a la venta en la tienda de regalos del museo. El diario recoge el testimonio de la directora de Archivo Cuba, ONG dedicada a investigar la violación de derechos humanos en la isla, que visitó el PAMM el sábado.

“Yo fui con la idea de tener un rato de esparcimiento pero cuando entré a la tienda del museo, me encontré con una figura del Che”, dijo Werlau escandalizada al Nuevo Herald. Su alegato se multiplicó cuando subió una fotografía del puzzle a su Facebook, donde otros cubanos radicados en EE.UU se sumaron a  la queja.

Ocurre que el PAMM ha sido financiado, en parte, por el aporte monetario de contribuyentes cubanos radicados en Miami, que a su vez representan el epicentro más grande de disidentes de la revolución.

Por lo mismo, el museo optó por retirar los puzzles ante los reclamos reiterados de los cubanos ofendidos con el objeto. Y mediante una declaración pública, ofrecieron disculpas “a todos los que se hayan sentido ofendidos”.