Festival Ojo de Pescado efectuó inédita experiencia de educación artística audiovisual en escuela rural junto a niños y niñas de Chelin, isla ubicada frente a Castro.

La itinerancia de Ojo de Pescado es financiada por el Fondo de Fomento Audiovisual del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes convocatoria 2016.

Durante el mes de mayo “Ojo de Pescado” arribó a Castro, en medio de barricadas y cortes de caminos, única forma que los pobladores y trabajadores de Chiloé encontraron para hacer escuchar sus demandas. La programación de itinerancias en la región de Los Lagos del Festival Internacional de Cine para Niños, Niñas y Adolescentes Ojo de Pescado coincidía de esta manera con los días más álgidos del conflicto social, ambiental y económico chilote.

A pesar de los bloqueos y el inminente desabastecimiento, las profesionales de Ojo de Pescado logran embarcar hacia la isla Chelin, en la “Ingrid Andrea”, lancha que cumple el trayecto de dos horas y fracción entre Castro, Chelin y Quehui tres veces por semana.

En la embarcación además van la maestra Karina Mutis, profesora del primer ciclo básico de la Escuela Los Robles de Chelin y el maestro Luis Barría Llauquen, director y único profesor de la Escuela unidocente Capilla de Lourdes de Huechuchelin. Ambos ya saben de la llegada de Ojo de Pescado a sus escuelas. El mar calmo brinda dos horas de plácida navegación al atardecer.

Al día siguiente, Alejandra Fritis, Constanza Huidobro y Macarena Araya, las talleristas, emprenden el camino de 3 kilómetros en subida hasta la Escuela Los Robles, que aparece sobre una explanada de praderas desde donde es posible admirar los mares interiores chilotes. Cuenta con tres salas, dos de ellas son ocupadas por los 14 estudiantes de la escuela y la tercera por las maestras y profesores itinerantes. No hay luz eléctrica, la energía suministrada por generadores locales se activa a las 13 horas cada día, los niños y niñas deben estar en clases durante las mañanas sin electricidad y muchas veces inician sus jornadas a oscuras.

El taller de cine debe comenzar pasadas las 13 horas cuando los generadores estén operativos. Eso da tiempo para que arriben el maestro Luis y sus cuatro pequeños alumnos de la Escuela Capilla de Lourdes de Huechuchelin, ubicada al otro lado de la isla.

Suena la campana y todos corren a la sala del primer ciclo, los 18 niños y niñas se sientan en círculo, escuchan atentos la presentación de las talleristas y cuentan sobre el lugar en que viven, que les gusta mucho su tierra, los animales, la tranquilidad de su entorno.

Luego, se les plantea la invitación a realizar, durante cuatro días, un cortometraje en técnica de cine de sombras sobre un relato que podían crear libremente. Pero, antes de empezar a realizar la película, había que consensuar una historia entre todos y comenzaron poco a poco a aparecer narraciones provenientes de lo más profundo del imaginario isleño.

Aparecen decenas de figuras mitológicas como el Trauko, la Pincoya, el Millalobo, el Camahueto y muchos otros que comienzan a cobrar vida. Pero, ¿qué pasaba con estos personajes?, ¿cómo se podían reunir en una misma historia?:

“Con el problema de los pescadores que hay ahora en Chiloé, están protestando porque las empresas pesqueras contaminaron el mar” – dijo Pamela.

“El mar está envenenado, está enfermo” – dijo Danilo.

“Como la mayoría de las personas de Chiloé trabaja de los mariscos y los pescados están protestando porque gracias a esa contaminación que hicieron no pueden alimentar su familia” – agregó Pamela.

“Cuando los pescadores pescan mucho el Millalobo se enoja y cuando él se enoja ya no hay mariscos como antes” – resolvió Pamela, sellando el vínculo entre personajes y trama para el cortometraje que realizarían.

Determinados los personajes y el tema central de la historia, los niños y niñas se dividieron en grupos, uno se dedicó a la escritura de las acciones y diálogos de los personajes y los otros diseñaron, dibujaron, recortaron y dieron color a los seres mitológicos que se desplegarían en el telón blanco del cine de sombras. Al mismo tiempo, otro grupo se encargó de dar vida con sus voces al relato que ellos mismo habían escrito. Este proceso se desarrolló durante los dos primeros días. El tercer y cuarto día fue el turno de la puesta en escena, donde los niños y niñas pudieron manipular sus personajes detrás del telón blanco, dando cuerpo a la historia por ellos mismos construida.

Alejandra Fritis Directora de Ojo de Pescado señala que: “un simple haz de luz que se proyectó sobre una tela blanca translúcida permitió que las figuras de cartón hechas por los niños se vieran reflejadas como siluetas, el principio más simple de la fotografía y el cine que sigue maravillando a quienes todavía tienen capacidad de asombrarse y ver la magia en las cosas simples”.

El último día se llegó temprano, al mediodía ya estaban todos los niños y niñas bien sentados esperando la proyección de su película. La señora Rosa Vera donó dos litros de bencina para hacer funcionar el generador de la Escuela y así tener energía para proyectar el cortometraje. Redobles con los pies y comienzan a proyectarse las imágenes de sus manitos sosteniendo las figuras:

“Ojo de Pescado presenta: La furia de Millalobo”

Sorpresa, emoción, ojos brillantes mirando fijamente la pantalla, risas cada vez que ven proyectadas sus siluetas o escuchan sus voces. Solicitan una segunda proyección. Se felicitan, se aplauden, se sienten orgullosos de haber realizado algo que nunca pensaron.

En el momento de la despedida los niños, niñas y maestros dejan mensajes:

“Les quiero dar las gracias por venir a nuestro colegio a enseñarnos cosas del cine, Isamar.”

“Felicitaciones por su trabajo y el integrar a niños y niñas de lugares alejados, donde puedan demostrar sus habilidades creatividad e imaginación, valorando sus raíces, es muy importante, gracias, maestra Karina.”

Tras Chelin, Ojo de Pescado navegó hasta Castro y luego a Quehui, donde se efectuaron en tres días, dos talleres simultáneos en la Escuela Los Angeles de la isla, un taller de documental y un taller de “chroma key”.

La incertidumbre generada por el conflicto acortó la estadía en Chiloé y las islas, por los que durante el mes de septiembre se desplegará la segunda etapa de las itinerancias.

Mónica Adler, Directora de Cultura de la Municipalidad de Castro explica que “junto con emocionarnos y sensibilizar, el arte es un gran medio de expresión, es por ello que el Departamento de Cultura de la I. Municipalidad de Castro busco generar una alianza con el Festival Ojo de Pescado y por medio de la realización de esta iniciativa en Chiloé lograr que a través de las artes audiovisuales los niños y jóvenes de nuestra comuna puedan retratar su forma de vida, expresar su sentir e inquietudes como sujetos de derecho. El trabajo realizado en las Islas Chelin y Quehui superaron nuestras expectativas. Estamos felices de ser parte de una iniciativa con trayectoria y presencia nacional, junto con estar expectantes al trabajo que durante el segundo semestre se realizará en las escuelas rurales y liceos de nuestra comuna”.

Por su parte la Seremi de Cultura de la región de Los Lagos Evelyn Almonacid Sandoval precisó que “el trabajo realizado por el equipo de Ojo de Pescado en nuestra región ha estado caracterizado por una estrecha relación con nuestros habitantes. Con las mujeres, hombres, niñas y niños de Chiloé, en un periodo que fue particularmente complejo por razones que todos sabemos. Ellos siguieron ejecutando lo estipulado en su proyecto, y han logrado grandes avances, donde destacamos el cariño entregado por los pequeños con los que han compartido su talento durante su estadía en Chiloé, quienes incluso armaron un corto con lo aprendido. Como Directora Regional del Consejo de la Cultura destaco su trabajo, que contribuye a cercar las culturas y las artes a los lugares más apartados de nuestra región, y les deseo el mejor de los éxitos en los siguientes destinos que contempla la iniciativa”.

A continuación, puedes ver el Corto “La Furia de Millalobo”:

La Quinta versión del Festival Ojo de Pescado se realizará entre el 20 y 27 de agosto de 2016 en Valparaíso. Detalles en www.ojodepescado.cl