A los nueve años, el confinamiento junto a los padres puede ser tedioso. Así que Lupo, un niño milanés que en Chile cursaría cuarto básico, decidió crear Cerba-20, su propio videojuego para jugar en línea con sus amigos.

Como el resto de habitantes de Lombardía, la región del norte donde han muerto 13 mil personas desde finales de febrero, Lupo Daturi está encerrado en su casa, en las afueras de Milán, desde el 8 de marzo.

“Tuve que interrumpir todos los deportes que practicaba a causa del Covid-19. Ni siquiera puedo ir al estanque con mi perro. En lugar de deportes -esquí, natación y kárate- solo puedo pedalear en la bicicleta estática”, lamentó en conversación con la AFP.

Pero Lupo tiene otra pasión: programar videojuegos junto a su padre Marco Daturi, empresario.

En pocos días, gracias a sus conocimientos y a los cursos en internet, inventó un juego en línea.

El objetivo es destruir virtualmente al Covid-19 a bordo de la nave espacial Cerba-20, obviamente a golpe de rayos láser.

Lupo juega todos los días con sus amigos, a los que está dispuesto a enseñar sus conocimientos de programación.

“No me preocupa, mi hijo no está obsesionado”, aseguró su madre, Francesca Zambonin, abogada de 44 años, quien aseguró que se siente feliz al ver “su pasión por algo que le puede ser útil”.

“El hecho de que haya inventado un juego que se ha vuelto viral me llena de orgullo porque le motiva para mejorar. Sus profesores le han pedido que programe otras cosas, no solamente juegos”, añadió su padre.