Durante la mañana del lunes Sony confirmó su renuncia una vez más al Electronic Entertainment Expo (E3), una de las ferias más importantes de los videojuegos. Esto, de cara al estreno de su propia consola, la esperada PlayStation 5.

Este movimiento, el cual sigue la corriente de lo ocurrido el año pasado, es tomado como una carta de doble filo para quien también buscará imponerse en la próxima Navidad, Microsoft.

La compañía co-fundada por Bill Gates anunció que sí estará presente en la próxima edición del popular evento, y que la ya codiciada Xbox Series X será el eje central de cara a poder asegurar la preferencia de los fanáticos en la nueva generación.

Así lo confirmó Phil Spencer, jefe de Xbox, en sus redes sociales, en donde también aseguró que el equipo “está trabajando duro” para poder asistir a esta edición de la conferencia.

A pesar de no ser revelados oficialmente, los detalles preliminares revelados en 2019 aseguran que esta nueva Xbox promete una potencia de una resolución de hasta 8K, 120 cuadros por segundos estables en cada juego, una unidad de SSD de máxima generación, un procesador AMD Zen 2 CPU y GDDR6 RAM.

Recordemos que la E3 se realizará entre el 9 y el 11 de junio de este año en Los Ángeles, California.