Una tribu remota de la Amazonía, los Marubo, accedieron a internet Starlink, pero ahora sus líderes tuvieron que limitar el uso de esta herramienta y reclaman que fue perjudicial para la forma en que viven.
Los jóvenes comenzaron a pasar mucho tiempo en línea, vieron pornografía y perdieron algunas de sus costumbres. The New York Times hizo seguimiento a la comunidad y publicó un artículo esta semana. Cuentan con internet desde septiembre de 2023 y ya llevan 9 meses conectados.
“Cuando llegó, todos estaban felices. Pero ahora las cosas han empeorado. Los jóvenes se han vuelto perezosos debido a internet, están aprendiendo las costumbres de los blancos”, comentó al medio Tsainama Marubo, de 73 años.
Sin embargo, no todo ha sido malo, la tribu quería tener acceso principalmente para emergencias médicas. De hecho, algunos de los habitantes ya tenían teléfonos inteligentes, pero simplemente para llamadas o tomar fotos. “Ya ha salvado vidas“, admitieron.
Los efectos negativos del internet en una tribu remota
La tribu Marubo, que comprende una población de unas 2.000 personas, accedió a internet en el marco de Navi Global, una iniciativa que busca conectar a comunidades remotas con la señal de Starlink.
Jack Nicas, periodista de The New York Times, estuvo con ellos un tiempo y compartió sus impresiones en un video que posteó en Instagram. “La gente la usó tanto que se convirtió en un problema para la caza y el cultivo, necesarios para la forma en que viven”, comentó.
“Ahora lo que hicieron los líderes es que el internet se puede usar solo algunas horas durante la mañana, en la tarde, y los domingos todo el día“, explicó.
Los Marubo además son una tribu casta, tanto que no permiten demostraciones de afecto en público. Alfedro Marubo, otro miembro de la comunidad, reclamó que los más jóvenes comenzaron a compartir pornografía en chats grupales, algunos de ellos incluso mostraron un “comportamiento sexual más agresivo”.
“Nos preocupa que los jóvenes quieran probarlo. Todos están tan conectados que a veces ni siquiera hablan con su propia familia“, se quejó.
Enoque Marubo, por otro lado, agregó que “cambió tanto la rutina que fue perjudicial. En el pueblo, si no cazas, pescas y plantas, no comes”.
En la misma línea, TamaSay Marubo, de 42 años, dijo que “algunos jóvenes mantienen nuestras tradiciones. Otros simplemente quieren pasar toda la tarde frente a sus teléfonos“.
Pese a ello, los líderes no han desistido de darle un buen uso al internet. Tras controlar mejor el acceso, planean poder comunicarse con otras tribus cercanas para compartir recursos educativos y conectarse con amigos o familiares que ahora viven en otros lugares.
Además, los más jóvenes comenzaron a proyectarse fuera de la Amazonía. Una adolescente Marubo dijo que ahora le interesa viajar por el mundo, mientras que otra mencionó que quiere ser dentista en Sao Paulo.
En Brasil, el tema es un debate, según recoge New York Post, ya que algunas autoridades han manifestado que la integración del internet en los pueblos originarios que quedan en la Amazonía podría hacer que se pierda para siempre su cultura.
“Los líderes de la tribu dicen que mientras más tiempo pasan los jóvenes en internet, están naturalmente más y más interesados en el mundo exterior y más interesados en dejar el bosque. Y esa es una preocupación para la tribu, por la muerte de la cultura, tradiciones y costumbres de la gente Marubo en estas villas remotas”, concluyó Nicas.