Hace más de 40 días que el trabajo remoto pasó a ser la manera en que muchos han seguido realizando sus labores tras la crisis del coronavirus.

Ahora, la interrogante es para las empresas. ¿Estaban preparadas para resguardar su información?, ¿Cuáles son los errores principales que hacen vulnerable los sistemas de seguridad?, ¿Cómo se puede evitar que datos importantes caigan en las manos equivocadas?

“Lo primero que hay que entender es que para evitar ciber-crímenes se requieren un conjunto de acciones, ya que ninguna por sí sola basta para tener la seguridad informática bien resguardada. Para esto debemos cambiar la cultura de la empresa, logrando que cada integrante comprenda la importancia de esto”, indicó José Antonio Akel, gerente de tecnología de Talana, una aceleradora digital para Recursos Humanos.

De acuerdo al ejecutivo, las principales amenazas que se han evidenciado con el pasar de las semanas se deben al uso compartido de equipos con otros miembros de la familia, ya que aquello aumenta el riesgo que se introduzcan virus, ransomwares y keyloggers, entre otros.

En definitiva, al acceder a la oficina desde una conexión segura, como una VPN (Conexión encriptada hacia la oficina), pero desde un computador compartido, estamos exponiendo a toda la red de la organización.

“Esto es muy similar a que entre a la oficina una persona sospechosa de tener coronavirus”, ejemplificó Akel.

Además, sumó el hecho que descargar documentos confidenciales para la empresa en dispositivo externos hace que estos queden accesibles a cualquier persona, siendo muy fáciles de interceptar.

“El primer paso para resolver estas inseguridades es asumir que no podemos confiar en nadie ni nada a ciencia cierta, y que idealmente deben existir esquemas de autenticación y encriptación seguros. En base a esto, tenemos que internalizar que el teletrabajo es el caso ‘normal’ y que ir físicamente a la oficina es la excepción”, aseguró.

Entre las recomendaciones básicas que entregó se encuentra la importancia que el área encargada de seguridad digital defina con claridad qué documentos no deberían estar al alcance de terceros en ninguna circunstancia.

Junto con ello, mencionó que las empresas “tienen que hacer lo posible para que los equipos que utilicen sus trabajadores sean corporativos y de uso personal, ya que no invertir en estos insumos básicos de trabajo es un riesgo que podría llegar a ser mucho más costoso que la compra de estos”.

Finalmente, y en línea con los requerimientos del teletrabajo, desde la empresa afirmaron que las aplicaciones a ocupar, además de ser seguras, deben ser fáciles de usar, “para que nadie tenga que recurrir al uso de otras herramientas que puedan provocar filtraciones sin vuelta atrás”, indicaron.