El pasado martes 14 de enero Microsoft dejó de ofrecer soporte de manera oficial para Windows 7, lo cual había sido anunciado durante 2019.

Se trata de una versión del sistema operativo que aún mantiene gran presencia a nivel global, razón por la que han surgido una serie de preguntas entre los usuarios.

Es por esto que en BioBioChile nos contactamos con José Luis Fernández, experto de Kingston Technology, quien detalla los alcances de la medida impulsada por la compañía fundada por Bill Gates y Paul Allen

En término prácticos, ¿qué significa que Microsoft deje de dar soporte para Windows 7?

“Como ocurre en cualquier caducidad de sistema operativo, significa que ya no se van a desarrollar nuevas características o compatibilidades con el nuevo hardware que va saliendo y principalmente que no se van a parchar vulnerabilidades”, señaló Fernández.

Es posible que algunos usuarios hayan decidido continuar utilizando esta versión de Windows, decisión que podría generar una serie de inconvenientes, especialmente en temas de seguridad.

En ese sentido, el experto detalla que si algún hacker descubre una nueva vulnerabilidad que permita apropiarse de datos o acceder a un equipo con el anterior sistema operativo, ya sea para implantar un virus o realizar cualquier tipo de intrusión, ya no hay un soporte que esté encargándose de solucionar esas vulnerabilidades.

“Esto ha provocado que desde hace un par de años, en el caso de las empresas, la mayoría están buscando migrar al sistema operativo más reciente. El tema es que al ser una versión más actualizada, tiene requerimientos un poco mayores a la hora de ejecutar múltiples aplicaciones como es usual hoy en día, y normalmente lo que se recomienda es actualizar a un nuevo equipo”, precisó.

“Aunque entendiendo que no todos puede incurrir en ese gasto, hay opciones mucho más viables de actualizar el computador. Por ejemplo, la mayoría de los equipos que tenían el sistema operativo anterior, tienen 4GB de RAM y disco duro. Entonces lo que se suele hacer es subir la capacidad de memoria RAM y cambiar el disco duro por una unidad de estado sólido (SSD)”, aclaró.

Al respecto, Fernández menciona que lo que se logra al reemplazar algunos componentes, es que por un costo equivalente a la quinta o cuarta parte de lo que cuesta comprar un equipo nuevo, se puede dejar un computador totalmente listo para el nuevo sistema operativo, con la cantidad de memoria y con la velocidad que provee el SSD para que el usuario no solo mantenga la experiencia de uso que tenía con el sistema operativo anterior, sino que además mejore el nivel de performance.

“O sea, un equipo que es actualizado con memoria RAM y SSD y es migrado al nuevo sistema operativo, va a funcionar realmente mucho más rápido de lo que funcionaba antes. Entonces ese es el trabajo que desde Kingston hemos estado haciendo a todos quienes se embarcan en este proceso de migración, para que sea una transición lo más liviana posible y con la mejor relación costo-beneficio”, puntualizó.