¿Eres el orgulloso propietario de un reloj inteligente (smartwatch) de Pebble? Pues cúidalo, porque a partir de hoy posees una reliquia. La pionera en la masificación exitosa de este tipo de dispositivos no sólo anunció su venta y fin de su marca, sino que sus actuales clientes tampoco podrán esperar mucho apoyo de su parte en el futuro.

Como ha ocurrido con muchos dispositivos en la historia de la tecnología, los smartwatches tardaron bastante en prender con el público. Escasa funcionalidad, complejidad de manejo y baterías que con suerte alcanzaban a terminar el día -sin mencionar su alto precio- plagaron los primeros intentos de algunos grandes como Sony.

Pebble cambió eso al financiar mediante crowdfunding -la ayuda de miles o millones de pequeños inversionistas a través de internet- el lanzamiento en 2012 de un reloj económico, versátil, compatible con Android e iOS (iPhone) y cuya batería podía durar varios días gracias a su pantalla basada en tinta electrónica (e-ink), la misma que usan los lectores Kindle de Amazon para “imprimir” sus imágenes electrónicamente.

Pero aunque a la fecha contaban más de 50 millones en todo el mundo, el mundo había cambiado. Apple, Samsung y Google tomaron nota del éxito y lanzaron sus propias versiones de smartwatches, fagocitando el mercado y dejando a Pebble en una situación tan precaria que este miércoles anunciaron la venta de su marca a su competidora FitBit, y el cese de sus operaciones.

En el comunicado, Pebble advierte que ya no fabricará ni venderá nuevos relojes; tampoco lanzará actualizaciones para su software y, lo que es peor, los actuales clientes no tendrán soporte técnico, no podrán hacer válidas sus garantías ni conseguir repuestos, salvo a través de terceros.

Y aunque Pebble aseguró que quienes habían ordenado su frustrado nuevo modelo recibirán un reembolso en marzo de 2017, el anuncio cayó como balde de agua fría en los fanáticos del sistema de crowdfunding. No en vano Pebble era uno de sus mayores ejemplos de éxito, dejando ahora un sombra de incertidumbre sobre la viabilidad a largo plazo de estos proyectos.