La Comisión europea presentará en septiembre propuestas para reducir las diferencias de reglamentación entre los operadores de telecomunicaciones tradicionales y los servicios de internet con los que compiten, como Skype o WhatsApp, anunció este martes un portavoz del ejecutivo europeo.
La Comisión estudia “en qué medida” las reglas de la Unión Europea (UE) que se aplican a los operadores tradicionales “tienen necesidad de ser adaptadas” para garantizar la competencia equitativa con “WhatsApp o Skype”, que “brindan servicios similares o equivalentes”, declaró el portavoz de la Comisión, Christian Wigand.
Los operadores tradicionales se quejan de estar sometidos a una reglamentación más rigurosa que la impuesta a estos competidores.
Wigand subraya “por ejemplo” que las reglas de seguridad de redes aplicables a estos servicios llamados “over the top” (OTT) no son actualmente “comparables a las que se aplican a los operadores tradicionales”.
“Hay que estimular la innovación de los nuevos ‘jugadores’, pero al mismo tiempo crear reglas de juego equitativas para todo el mundo”, resume una fuente de la Comisión europea. “Pero, adaptar las reglas no quiere decir forzosamente añadir” otras, aclara.
Este trabajo se realiza en el marco de la reforma más global de la reglamentación de las telecomunicaciones en la UE, presentada en setiembre, cuyo objetivo es ofrecer “un mejor acceso a los servicios digitales”, “reforzar la confianza” en internet y desarrollar la inversión.
La Comisión trabaja paralelamente en la reforma de una directiva de 2009 sobre la protección de los datos en el sector de las comunicaciones electrónicas, que concierne también a los servicios OTT.
En este marco se estudia la cuestión de la explotación comercial de los datos personales recolectados por estos servicios, algo de lo cual los operadores tradicionales se quejan de no poder hacer.
“Antes de fin de año deberán presentarse propuestas legislativas”, afirmó Wigand. Esto más bien a favor de una reglamentación más vinculante o restrictiva para las OTT que hacia una autorización de estas prácticas a los operadores de telecomunicaciones (tradicionales), según una fuente cercana a este caso.