La Agencia Espacial Europea (ESA, por su sigla en inglés), comunicó la apertura de una planta prototipo en la ciudad holandesa de Noordwijk en la cual se genera oxígeno a partir de polvo lunar simulado con miras a operar un día en el satélite, si es que el humano logra establecer colonias allí.

Según indicó la institución en su página web, “el último objetivo sería diseñar una planta piloto que pueda operar sustentablemente en la Luna, con la primera tecnología planeada para la mitad de esta década”.

“La ESA y la NASA volverán a la Luna con misiones tripuladas, esta vez con la idea de quedarse”. señaló Tommaso Ghidini, jefe de la División de Estructuras, Mecanismos y Materiales de la entidad europea.

“Es por ello que estamos cambiando nuestro enfoque ingenieril a otro de uso de materiales lunares in situ. Estamos trabajando con nuestros colegas del Directorio de Exploración Humana y Robótica la industria europea y la academia para proveer acercamientos científicos de primera clase y tecnologías clave como esta para pasar a una presencia humana sustentable en la Luna y tal vez algún día en Marte”, agregó.

Funcionamiento

En concreto, tras analizar muestras de polvo lunar, los científicos confirmaron que el material en cuestión, regolito lunar, está compuesto de entre 40% y 45% de oxígeno en peso.

No obstante, este elemento está unido químicamente como óxido en forma de vidrio y minerales, por lo que necesita atravesar un proceso industrial si se quiere extraer.

Para lograrlo, el equipo del Centro de Investigación y Tecnología Espacial (Estec, por su sigla en inglés), aplica un proceso llamado electrólisis de sales fundidas.

En concreto, este se trata de calentar el regolito a 950º C en una cesta de metal con sal de cloruro de calcio fundido para servir como un electrolito.

Luego, tras aplicar electricidad se puede extraer el oxígeno como tal, puesto que el regolito es recolectado por un ánodo.

Como material resultante de este proceso, el resto del regolito se transforma en aleaciones metálicas utilizables para otros propósitos, lo que fue valorado por el equipo a cargo del mecanismo.

“Tener nuestra propia instalación nos permite enfocarnos en la producción de oxígeno, medirlo con un espectrómetro de masas”, comentó Beth Lomax, una candidata a doctorado de la Universidad de Glasgow en Escocia, quien se desempeña en este proyecto.

“Ser capaces de adquirir oxígeno de fuentes encontradas en la Luna obviamente serían tremendamente útiles para los futuros colonos lunares, tanto para respirar como en la producción local de combustible para cohetes”, aseveró la especialista.