El Centro Sismológico Nacional de la Universidad de Chile, en conjunto con la ONEMI, reveló los nuevos resultados de un estudio que da cuenta del potencial sismológico de la Falla de San Ramón. Además, entre las conclusiones, se propone que dicha falla se prolongaría 50 kilómetros más al sur.

“Los nuevos resultados sobrepasaron lo que sabíamos de la Falla de San Ramón. Instalamos un sismómetro a 100 metros de profundidad y gracias a eso pudimos mejorar el cuadro de sismicidad que tenemos ahora de la región Metropolitana y pudimos hacer localizaciones muy precisas“, explicó el profesor Gabriel Vargas, una de las principales cabezas detrás del estudio.

En ese sentido, el geólogo señaló en su presentación que en el año 2012 se fijaron unos puntos de monitoreo en la capital con motivo de hacer una primera medición, datos que cruzó con los que obtuvo en su estudio. “Es importante porque repetimos la mediciones y tuvimos resultados… el diferencial nos da cuánto se ha movido el frente de la falla, que es aproximadamente unos 3 milímetros“.

Consultado en exclusiva por Página 7, el profesional ahondó en estos resultados, además de cómo es necesaria una normativa que se encargue de monitorear estas potenciales amenazas.

“El proyecto que realizamos con el Centro Sismológico Nacional para la ONEMI tuvo como objetivo iniciar un monitoreo más preciso de la sismicidad cortical en la región Metropolitana, para así saber, a escala muy precisa, lo que está ocurriendo en torno al frente cordillerano en donde se ubica la Falla de San Ramón“.

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El profesional explicó además que los principales avances del estudio tienen que ver con la instalación de instrumentos de medición.

“El principal resultado que obtuvimos fue la instalación de instrumentos que no estaban antes y que están ahora. Estos nos permiten escuchar sismos muy pequeñitos y estudiarlos, además de continuar evidenciando que esta es una falla importante y que tenemos que seguir monitoreándola“.

Propuesta: incorporar fallas geológicas al Plan Regulador

El geólogo recordó además que a pesar de las devastadoras consecuencias que dejan los movimientos de estas fallas, las inmobiliarias siguen construyendo sobre ellas. Por lo mismo, mencionó el rol fundamental que cumple la ordenanza 8.2.1 del Plan Regulador Metropolitano de Santiago.

“Esta ordenanza contempla la posibilidad de incorporar fallas geológicas como objeto de peligro y de riesgo para la población. Lo que nosotros hemos venido proponiendo desde el año 2012 es que se profundice el conocimiento y que se considere a esta falla como un objeto de riesgo de acuerdo a esa ordenanza“, señaló.

En ese sentido, explicó por qué el peligro de este tipo de construcciones: “Los lugares que presentan un peligro mayor son aquellos que están justo sobre la traza de la falla, lugar donde llega a la superficie. Allí, ante la eventualidad de un terremoto mayor, puede ocurrir una dislocación en la superficie que puede afectar gravemente las estructuras“.

Recordemos que la Falla de San Ramón atraviesa las comunas de Vitacura, Las Condes, La Reina, Peñalolen, La Florida, Puente Alto, Pirque y Lo Barnechea.

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Sin embargo, no todo está perdido: “para el resto de Santiago depende de cómo estén construidas la edificaciones, hay muchas de ellas que están muy bien dimensionadas, por ese lado la norma sísmica es muy exigente en Chile“.

50 kilómetros (más) de extensión

Según el profesor, los resultados que arrojó su estudio dan cuenta de algo inédito y nunca antes planteado: que esta falla se prolonga unos 50 kilómetros más hacia el sur, a diferencia de proyectos anteriores que daban cuenta que dicha longitud abarcaba (en parte) todo el territorio ubicado entre los ríos Maipo y Mapocho, de sur a norte.

“La geología de superficie nos había mostrado que la falla tenía una cierta manifestación más evidente entre los ríos Maipo y Mapocho. Nos costó mucho seguirla más hacia el sur, porque estas generalmente son ocultas… Estamos proponiendo que esta falla se prolonga por lo menos unos 50 kilómetros más hacia el sur, lo que tampoco es mucho. Hay que seguir estudiándola para corroborar hacia qué punto exacto llega hacia el sur y hacia el norte“.

¿Fórmula para predecir un mega sismo?

Otro resultado de la investigación fue la observación de un patrón que involucra a este tipo de fallas, hecho que terminó con una ‘fórmula’ para calcular futuros sismos. En este punto, el experto fue rápido en señalar: “Es una estimación que no tiene base estadística, eso es muy importante de recalcar“.

“Sin embargo, si uno toma las observaciones que tenemos, las cuales son muy consistentes entre sí, y de distintas escalas de tiempo, considerando que el último terremoto grande con rupturas de superficie ocurrió hace 8 mil años y el anterior a ese hace 17 mil… podríamos considerar entonces, dado que han pasado 8 mil años, que es posible calcular -con una probabilidad del 3%- uno de estos terremotos en el próximo tiempo“, advirtió.