Por años, los científicos han creído que la primera molécula que se formó luego del Big Bang fue el ion hidruro de helio (HeH+) y que, posteriormente, éste se dividió en Hidrógeno y Helio.

Hidrógeno y Helio son los elementos más abundantes en el universo.

Fue en 1925 cuando los científicos pudieron demostrar por primera vez la existencia del HeH+ en un laboratorio y estudiarlo, pero no habían logrado detectarlo en el espacio… hasta ahora.

Según informó la cadena CNN en Español, científicos de Alemania, Estados Unidos y Francia han logrado detectar estas moléculas en el espacio por primera vez en la historia.

La molécula fue encontrada en la nebulosa planetaria NGC 7027, ubicada en la constelación de Cygnus, a 3.000 años luz de la Tierra.

El descubrimiento fue realizado con la ayuda de Sofia, sigla en inglés del Observatorio Estratosférico para la Astronomía Infrarroja, que es un telescopio que va en un jet Boeing que puede volar por encima de la atmósfera inferior.

En este caso no se pudieron usar observatorios ubicados sobre la superficie terrestre porque la atmósfera impide detectar la longitud de onda que se estaba buscando.

Los científicos creían que la molécula podía estar presente en nebulosas expulsadas por estrellas -como nuestro Sol- antes de que exploten en supernovas, debido a que un ion molecular se puede formar cuando la radiación de una estrella ioniza la nebulosa al alcanzar temperaturas sobre 100.000 grados.

Sobre este descubrimiento, Rolf Güsten, autor del estudio y astrónomo del Instituto Max Planck para Radioastronomía (Alemania), afirmó que “la química del universo comenzó con el HeH+. La falta de evidencia definitiva de su existencia en el espacio interestelar ha sido un dilema para la astronomía durante mucho tiempo”.

Por su parte, David Neufeld, coautor del estudio y académico de la Universidad Johns Hopkins (Estados Unidos), expresó que “es una demostración dramática y hermosa tendencia de la naturaleza a formar moléculas (…) A pesar de los ingredientes poco prometedores que están disponibles, una mezcla de hidrógeno con el gas no reactivo helio, y un ambiente hostil a miles de grados centígrados, se forma una molécula frágil”.

“Notablemente, este fenómeno no sólo puede ser observado por astrónomos, sino también puede ser comprendido al utilizar modelos teóricos que hemos desarrollado”, acotó.