Un equipo de antropólogos descubrió los restos de un ancestro desconocido del ser humano de 22 millones de años.

Se trata de los dientes de una especie de mono extinto que fueron encontrados en el condado de Turkana, en el noroeste de Kenia.

Gracias a este hallazgo, realizado por especialistas de Estados Unidos y Kenia, se pudo llenar un vacío en la historia evolutiva de los primates.

Los resultados de la investigación, publicados en la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences, arrojaron que los restos pertenecen a una nueva especie de primates extintos, llamada Alophia metios.

Proceedings of the National Academy of Sciences
Proceedings of the National Academy of Sciences

Cabe destacar que los dientes no poseen crestas en las superficies de masticación. “Este nuevo mono revela de manera importante lo que sucedió durante la evolución posterior del grupo”, comentó John Kappelman, autor del estudio y profesor de Antropología y Geología en la Universidad de Texas en Austin.

Los investigadores determinaron que la dieta de Alophia se basaba en frutas duras, nueces y semillas. En tanto, se cree que la posterior incorporación de las hojas condujo a la evolución dental en primates, incluyendo en los humanos.

Si bien hoy en día la región de Turkana es sumamente árida, Benson Kyongo, gerente de colecciones de los Museos Nacionales de Kenia, afirmó que hace millones de años era un bosque atravesado por ríos y arroyos. “Estos monos antiguos estaban viviendo la buena vida”, mencionó.

El equipo tiene contemplado regresar a fines de 2019 a la zona en la que hallaron estos restos para continuar con la búsqueda de nuevos fósiles que permitan continuar con las investigaciones.