Científicos de la Universidad de Kobe (Japón) hicieron un impactante hallazgo en el océano Pacífico, que ha captado atención mundial: descubrieron que el supervolcán submarino Kikai, que ha estado dormido desde hace 7.300 años… podría despertar.

El Kikai es una caldera volcánica cuya mayor parte se ubica bajo el mar, aproximadamente 50 kilómetros al sur de la península de Satsuma, en la prefectura japonesa de Kagoshima.

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Este supervolcán se creó hace 7.300 años, cuando hubo una gran erupción que fue tan potente, que destruyó a la cultura Jomon, un pueblo prehistórico de Japón.

Tras todos estos milenios, los académicos descubrieron que ahora hay un domo de lava en el macizo, que tiene unos 600 metros de alto, 10 kilómetros de diámetro y un volúmen de alrededor de 32 kilómetros cúbicos.

De acuerdo a la indagación, el domo mencionado no fue creado por la erupción de hace 73 siglos, sino que es más moderno.

La línea negra representa los bordes de la caldera Kikai, que está mayormente sumergida | Scientific Reports volumen 8, artículo 2753 (2018)
La línea negra representa los bordes de la caldera Kikai, que está mayormente sumergida | Scientific Reports volumen 8, artículo 2753 (2018)

Debajo de este domo gigantesco podría estar registrándose actividad, pero eso aún no ha sido confirmado.

Lo que sí se ha ratificado son otros signos de actividad, que son llamados como “anomalías” por los científicos: la caldera está emitiendo fumarolas de alta y baja temperatura, agua caliente y burbujeos de gas.

Todo esto fue documentado durante la investigación, que fue publicada el pasado 9 de febrero en la revista científica Scientific Reports.

Sobre los hallazgos, Yoshiyuki Tatsumi, especialista en magma que formó parte del estudio, explicó al periódico japonés The Mainichi que si bien la probabilidad de que el supervolcán haga erupción este siglo es bastante baja, las consecuencias de un evento de esta naturaleza serían catastróficas.

“Aunque la probabilidad de que la caldera gigante haga erupción, golpeando al archipiélago japonés, es de 1% en los siguientes 100 años, se estima que en el peor escenario, las muertes (producto de la catástrofe) ascenderían a unos 100 millones de personas”, dijo.

Superficie del domo de lava | Scientific Reports volumen 8, artículo 2753 (2018)
Superficie del domo de lava | Scientific Reports volumen 8, artículo 2753 (2018)

¿Y específicamente qué pasaría si hace erupción? Si hubiese un evento de este tipo, ya sea proveniente del Kikai o de otro supervolcán, lo que ocurriría es que se podría desencadenar un invierno volcánico.

Dicho fenómeno ocurre cuando hay erupciones de volcanes muy potentes. En esos casos, la gran cantidad de gases y cenizas expulsados por un volcán reaccionan en la atmósfera creando ácido sulfúrico, que a su vez se puede convertir en aerosoles.

Eso provoca que se obscurezca el cielo e impide el paso de los rayos del Sol, por lo que bajan las temperaturas algunos grados en todo el mundo.

El último invierno volcánico que se ha registrado fue en 1991, cuando hizo erupción el volcán Pinatubo en Filipinas tras 500 años de inactividad.

En esa ocasión, las temperaturas globales bajaron un par de grados por casi 3 años.