Luego de 10 meses de intenso trabajo, el equipo de exploración Gran Acuífero Maya finalmente descubrió una unión entre los dos sistemas de cuevas acuáticas más grandes del mundo: Sac Actun y Dos Ojos.

Estos pasajes subterráneos, que están ubicados en la costa caribeña de la península de Yucatán, México, representan el sitio arqueológico sumergido “más importante del mundo”, según detalló Guillermo De Anda, investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Según recogen medios internacionales como LADbible, el hecho que ambos sistemas de cuevas estén conectadas significa que juntas crean un nuevo sistema Sac Actun (se mantiene el nombre de la de mayor tamaño), el que tiene una extensión cercana a los 347 kilómetros, convirtiéndose en el de mayor longitud en el planeta.

Captura | Youtube
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Cabe señalar que especialistas como Robert Schmittner, director de exploración de Gran Acuífero Maya, habían estado buscando conexiones de este tipo en el laberinto desde hace 14 años. En tanto, el proyecto que dio con el hallazgo comenzó a trabajar en marzo de 2017.

Tal como recoge un artículo del periódico español El País, los investigadores encontraron en este enorme lugar cientos de objetos arqueológicos que entregan evidencia sobre los primeros pobladores de América, la cultura maya y de animales extintos.

Vasijas de cerámica maya, objetos de la época colonial, restos humanos y de animales como elefantes, osos, tigres y caballos antiguos son parte del material recolectado por los expertos. Debido a que el acceso es sumamente complicado, se han conservado en condiciones óptimas.

“Es un túnel del tiempo, que nos trasporta en algunos casos a entre 12.000 y 10.000 años atrás”, sostuvo De Anda, quien ahondó sobre la importancia que tenían en la cosmología maya estos hundimientos acuíferos.

Captura | Youtube
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Conocidos en México como “cenotes” (del maya “dzonoot”), las cuevas acuáticas eran consideradas como el tercer nivel del universo maya, después del cielo y la tierra, llamado también como inframundo.

“Es una región muy poderosa, mágica, donde reina lo sobrenatural, donde habitaban los dioses y las deidades, donde convive lo bueno y lo malo, y era también de donde surgían los hombres”, destacó De Anda, añadiendo que los “cenotes” eran el escenario principal del mito de la creación de esa civilización.

Los mayas, que se extendieron por el sur de México, Guatemala, Honduras, El Salvador y Belice, tuvieron su mayor esplendor de su civilización en el llamado Período Clásico (250-900 d.C.) y por último entraron a una etapa de decadencia llamada Postclásico (900-1200 d.C.)