El tomate es una de las frutas más comunes en los hogares chilenos. Se podría decir que es especial para acompañar comidas a toda hora del día y es por ello que se han realizado estudios que buscan analizar el beneficio de su consumo.

De hecho, una investigación demostró que los efectos de comer tomate serían muy importantes para el sexo masculino.

Una investigación realizada por el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), afirmó que el extracto lipídico del tomate rojo revierte la Hiperplasia Prostática Benigna (HPB) o en palabras simples, el agrandamiento de la próstata.

Cinvestav añadió que la hiperplasia es un padecimiento que se presenta en la mayoría de los hombres mayores de 40 años y es considerada una enfermedad con gran importancia a nivel mundial.

Los síntomas del HPB son varios: Retención urinaria, dificultad o dolor durante la micción y la sensación repetida de querer orinar sin lograrlo.

Las posibilidades de padecer esta enfermedad aumentan en las personas con obesidad. Además, si el afectado no se chequea periódicamente, podría requerir intervención quirúrgica.

Además expresaron que “se observó la capacidad de regeneración de la microarquitectura celular de la próstata, una disminución de los marcadores de estrés oxidativo y la normalización de la presión arterial”.

Este extracto lipídico del tomate ha sido ampliamente estudiado por sus efectos anticancerígenos, entre los que figura la disminución de la metástasis en cáncer de próstata.

La inflamación prostática se origina a partir de “una serie de alteraciones celulares, que, entre otros efectos, provoca el crecimiento de esta glándula, presionando la uretra”, según Civestav.

El descubrimiento surgió a raíz de la experimentación con ratas de laboratorio durante tres meses, a las que previamente se les había inducido la HPB. Al aplicarles el extracto, “se observó su capacidad para reducir la inflamación y el crecimiento de este órgano”.

El Cinvestav advierte que los beneficios son obtenidos a través del extracto ya procesado y estandarizado porque la dosis se puede regular de manera adecuada.

“A veces se piensa que para conseguir efectos benéficos de un fitofármaco sólo se necesita consumir grandes cantidades del fruto, en este caso el tomate, lo cual no resulta correcto”, aclararon.

Cabe decir que según la Organización Mundial de la Salud (OMS), define a los fitofármacos como: productos obtenidos por procesos tecnológicamente adecuados, empleando exclusivamente materias primas vegetales, con finalidad profiláctica, curativa, paliativa o para fines de diagnóstico.